Es la primera vez en ocho años que un hecho así ocurre en el este estado del sureste de Estados Unidos donde abunda este animal, indicaron el miércoles autoridades citadas por la prensa local.
La oficina forense del condado de Volusia, Florida, confirmó tras una autopsia que James Okkerse, de 61 años murió a causa del ataque de un caimán (aligátor), reseñó el diario Orlando Sentinel.
El cuerpo de Okkerse fue encontrado la mañana del lunes flotando en el agua de una zona habilitada para nadar de un río en el parque Blue Spring.
Las autoridades detectaron posteriormente en las proximidades un enorme caimán de más tres metros de largo, al que mataron porque representaba un peligro para los visitantes del popular sitio, cercano a la ciudad de Orlando.
Esta es la primera vez que una persona fallece por un ataque de un aligátor en Florida desde 2007.
Antes del suceso, la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, en inglés) contabilizaba 22 muertes por caimanes desde 1948 en el estado.
En Florida se producen anualmente unos cinco ataques no provocados a personas por parte de caimanes, que habitan en grandes números en todos los condados del estado.