También le pidieron destituir a los ministros de Gobierno (Interior) y de Defensa por la violencia en las manifestaciones, que dejan 7 muertos y 1.340 heridos.
El dirigente del movimiento indígena de Ecuador, Jaime Vargas, pidió al presidente que derogue el decreto 883, que elimina el subsidio a las gasolinas, porque si eso no se cumple "seguiremos firmes y unidos" con el "compromiso inclaudicable de defender a nuestro pueblo".
"Está en sus manos señor presidente recuperar la patria. Tenemos bajo nuestra responsabilidad la dignidad de un país que nos reconoce como su legítimo interlocutor. ¡No vamos a negociar esa dignidad, no vamos a negociar a nuestros caídos!", dijo en su comparecencia en la mesa de diálogo inaugurada este domingo a unos 30 kilómetros de Quito.
Vargas agregó que "esperamos que hoy se encuentre una solución definitiva y duradera", a la vez que recordaron que debe ser eliminado el decreto que eliminó el subsidio a las gasolinas y desató la actual ola de violencia.
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El inicio de las conversaciones, que se desarrollan de manera directa después de once días de violentas protestas, se realiza en las instalaciones de la Unidad Educativa Salesiana Cardenal Spellman, un colegio ubicado en el sector de San Patricio, en la zona de Lumbisí, al sureste de Quito.
El diálogo empezó con un minuto de silencio por las personas fallecidas en las jornadas de protestas que comenzaron el pasado 3 de octubre.
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El presidente Moreno replicó a Vargas y dijo que, para él, la eliminación del subsidio, que disparó el precio de la gasolina y el diésel hasta en 123%, sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización.
Le puede interesar:Del “Fuera Moreno” a las calles en llamas: ¿cómo entender lo que está pasando en Ecuador? El mandatario alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más necesitados y señaló que en eso debería trabajar una comisión bilateral que analizará las posiciones.
Sin embargo, dijo que lo único que no hará es conversar con los correístas, es decir con los seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017), a quien culpó de la crisis que afecta al país y de haber alentado una ola de desestabilización.
Las protestas comenzaron el pasado 3 de octubre contra las medidas de austeridad económicas adoptadas por el Gobierno, especialmente la eliminación de los subsidios a los combustibles, como parte de las condiciones puestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones para un crédito de 10.000 millones de dólares.
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Destrucción en Quito
Este domingo podían verse grandes destrozos en puntos de la ciudad. Sobre una vía aún estaba el esqueleto de un vehículo policial devorado por las llamas.
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En las calles prendieron fogatas y en algunos puntos la Policía lanzó gases lacrimógenos para frenar su avance.
Un día antes, encapuchados prendieron fuego en el edificio de la Contraloría y atacaron dos medios de comunicación.
Desde que estallaron las manifestaciones se han registrado siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos, según el balance más reciente de la Defensoría del Pueblo.
La protesta que estalló el 2 de octubre también mantiene interrumpido el transporte de petróleo -la mayor fuente de divisas- por el principal ducto del país, debido a la ocupación de pozos en la Amazonía.
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