“Estoy realmente decepcionada. ¡Esto es realmente triste y perturbador y nada divertido! Estas no son bromas divertidas y no deberían hacerse”, dijo la disgustada usuaria Misty Laska en Twitter.
Laska cuenta que su esposo Jason pasó por el restaurante e hizo su pedido para llevar, por lo que no abrió la caja sino hasta llegar a su casa, donde se encontraron la desagradable sorpresa.
La noticia saltó inmediatamente a medios locales de Ohio, Estados Unidos, en los que la pareja expresó que el hecho se hace más molesto debido a la fuerza del movimiento Black Lives Matter, que pide igualdad de derechos y lucha contra el racismo en ese país.
La empresa respondió con un comunicado en el que informó que los trabajadores implicados ya fueron despedidos del restaurante y se disculparon con toda la comunidad por lo ocurrido afirmando que tienen “tolerancia cero para el racismo y la discriminación”.