Durante esta actividad el cuerpo no solo descansa, sino que realiza funciones indispensables de reparación y recuperación para poder continuar en actividad.
Las personas que duermen menos de 6 horas al día tienen mayor riesgo, en un 27%, de sufrir arteriosclerosis, es decir, acumulación de grasa y colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que causa infartos del corazón y del cerebro.
En términos generales una duración promedio de 6 a 8 horas, con horarios que se respetan, incluidos los fines de semana, en una habitación cómoda, es decir, sin ruido ni luz.
Lo mejor es dejar los problemas y el trabajo fuera de la casa, eso se les olvida a muchos que, incluso, los llevan a la cama. Además, hay que comer liviano, al menos una hora antes de irse a dormir
Publicidad
También influye mucho la temperatura, el olor y el consumo de bebidas estimulantes.