En lo que va corrido del año, seis pequeños han perdido la vida por problemas asociados a esta causa. Las alarmas están prendida tras conocerse dicho panorama.
Autoridades confirmaron la muerte de una niña Embera Chamí, de dos años de edad, por desnutrición. Ya son seis pequeños muertos por esta misma situación en lo corrido de 2018.
“Tenía diarreas, vómito y bronquitis. No le alcanzó la vida”, señala Abelardo Onogamá, padre de dos niños fallecidos.
La falta de cultivos para subsistir, atención médica inmediata y las precarias vías para llegar a los asentamientos son causas que agudizan el problema que hoy se presenta.
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“El 50 por ciento de los niños Embera tienen baja talla. Una desnutrición crónica que no permite a los niños desarrollarse y por otro lado un factor genético”, manifiesta María Cristina Lesme, secretaria de salud del Valle del Cauca.
El alcalde de El Dovio señala que en esta situación influyen también las creencias ancestrales de los indígenas.
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“Es un problema cultural donde primero ellos no los llevan al médico tradicional, cuando ya están en una situación muy precaria, muy crítica, es cuando deciden llevarlos a los centros asistenciales”, explica Rodolfo Vidal, primer mandatario de El Dovio.
Así mismo se decidió una inversión de $800 millones para adecuar la carretera que conduce hasta el Cañón del Río Garrapatas, evitando así demoras en la atención de salud de los indígenas.
En El Dovio hay en total 350 niños indígenas Embera Chamí, de los cuales 150 de ellos están en peligro de desnutrición.
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