Carlos Negret hizo dramáticas revelaciones sobre la situación actual del departamento y sus comunidades, que se encuentran en medio del coronavirus y las balas.
El defensor del pueblo, Carlos Negret, expuso que narcos, disidencias y ELN adaptaron su maquinaria de muerte y terror en medio del confinamiento por coronavirus COVID-19 para acorralar más a los habitantes del Cauca.
Negret insistió en que es necesaria la presencia del Estado integral para salvar a la gente de esta zona del país.
El defensor es uno de los funcionarios que más ha llamado la atención sobre la crisis humanitaria que se vive en este departamento por el asesinato de líderes sociales, amenazas, desplazamientos, y otros males que aquejan al Cauca.
Defensor, ni la pandemia freno la violencia, al contrario, parece haberla incrementado en el Cauca, ¿por qué?
Básicamente lo que ocurre en el Cauca es que tiene unas condiciones geográficas propicias para los grupos armados: con dos cordilleras, con ríos, que les permite moverse con alguna facilidad.
Desafortunadamente, en este momento hay un llamado a que todos debemos estar en casa y los grupos han aprovechado esto para dos cosas: para amenazar a los líderes sociales defensores de derechos humanos y, además, para asesinarlos.
Están ejerciendo unos controles para no dejar abastecer a los ciudadanos de las zonas rurales, pero también, el nivel de asesinatos en el Cauca de líderes sociales entre el 1 de enero de 2020 al 21 de abril de 2020 ya vamos en 14 defensores derechos humanos asesinados. Esta es una cifra catastrófica.
¿Por qué están matando a los líderes sociales y a los dirigentes Indígenas del Cauca?
El Cauca no es un departamento fácil. Llevamos un abandono estatal de casi 50 años y eso genera un alto conflicto. Lo que pasa es que la mitad de ese conflicto social están las comunidades afro, los campesinos y los indígenas. Estos grupos poblacionales no tienen confianza con el Estado.
Lo que viene ocurriendo es que por el manejo de las dos economías ilegales (minería ilegal y narcotráfico) las disidencias de las FARC y el ELN quieren controlar a los ciudadanos quedan en la mitad. Allí simplemente deciden asesinar a aquellos que creen tienen afectos por determinados grupos.Pero el conocimiento que tiene la Defensoría es que ninguna de estas personas recientemente asesinadas tenían ningún afecto por ningún grupo.
Pero esta región, junto al Catatumbo, es donde hay más presencia de militares y policías, pero igual la violencia sigue, cómo usted lo relata. Se entiende que el tema va mucho más allá de eso y que se requiere inversión social, sin embargo, parece que no funciona que haya batallones y militares.
Sin lugar a dudas las fuerzas militares y la Policía Nacional hacen su trabajo. Pero también requerimos una mayor inversión social, requerimos obras de infraestructura, requerimos el que ha sido llamado durante cuatro años del defensor: presencia del SENA, el ICBF, el Ministerio de Transporte.
No pueden ser que los campesinos en el Cauca y en el país tengan que intentar sacar sus productos por unas trochas. Esa es la razón por la cual los traficantes les compran en la puerta de la casa la droga.
Lo que necesitamos es garantías de producción para los campesinos, afros e indígenas, para poder sacar los productos legales que se pueden dar en el departamento, como la piña, el café y otros tantos productos.
Lo que hay en el Cauca es un corredor estratégico de las disidencias por el control que tenía el ELN en esta zona. Lo que ha ocurrido es que en la zona norte hay una confrontación entre el Ejército y las disidencias. Pero en la parte sur (Argelia, El Tambo) es una guerra entre el ELN y las disidencias del as FARC.
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¿Cuántas alertas tempranas han encendido ustedes este año?, ¿cuántas de ellas han terminado en la muerte de personas que ustedes han pretendido proteger?
La geografía del departamento es muy difícil controlarla, y más y el Ejército y la Policía no están permanentemente. Nosotros hemos emitido desde el 2018 a hasta la fecha 20 alertas tempranas.
La última alerta fue de Argelia y El Tambo, donde estaban ocurriendo estos hechos. Esto fue advertido por nosotros el 7 de marzo de este año. Se ha venido y hoy son menos los asesinatos de líderes sociales.
¿Uno puede decir que al Estado le quedó grande, que definitivamente no se pudo con los violentos en esas zonas de Colombia?, ¿están condenados sus habitantes a permanecer prisioneros y solamente les queda que la Defensoría le clamé a estos grupos para que tengan algún tipo de piedad con la gente?
Lo único que no podemos perder es la esperanza. Yo he tenido que trabajar con dos gobiernos: Santos y Duque. Moverse en la zona para las Fuerzas Militares y la Policía no es fácil, ellos trabajan muy fuerte todos los días todo el tiempo, pero realmente necesitamos mayor inversión social en estas zonas.
Algo que es importante decírselo también al país es que no debe haber corrupción, porque si usted se pone a mirar las inversiones que se hacen en ciertos departamento se van quedando en tajadas.
Hay que trabajar mucho para que los impuestos que pagamos todos se inviertan en debida forma y no se los roben los corruptos.
Vea la entrevista completa aquí:
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