Un policía identificado como Chris Deflorio, de Nueva York, Estados Unidos, decidió retirarse de la fuerza pública luego de prestar sus servicios durante aproximadamente 19 años, para dedicarse de lleno a ser un exorcistavoluntario, actividad que solía desarrollar en su tiempo libre y que poco a poco comenzó a crecer.
En la actualidad, el expolicía dirige la unidad de Investigación Demoníaca de Nueva York, una entidad sin ánimo de lucro que le permite expulsar demonios y pelear con el que denomina el peor criminal de todos: satanás. Este grupo tiene como objetivo “llenar el vacío de la iglesia” para ayudar espiritualmente a los ciudadanos que lo necesitan.
De acuerdo con el relato que dio exorcista al medio Newsweek, todo comenzó cuando se convirtió en misionero en África, antes de llegar al cuerpo de policía. Allí se encontró con un hombre que “estaba poseído por un demonio” y actuaba de manera extraña, deslizándose por el suelo, haciendo ruidos inusuales.
Aunque todos creían que se trataba de simples convulsiones, Deflorio estaba convencido de que era algo maligno y vio su fe bajo una luz completamente nueva: “Lo vi como la batalla entre Dios y el diablo, el bien y el mal”, señaló. Lo que vivió se quedó en su memoria hasta que volvió a Estados Unidos para educarse en el campo de la demonología.
Durante algunos años sirvió en el Departamento de Bomberos de Nueva York, luego se convirtió en paramédico y, finalmente, ingresó a la Policía, donde trabajó casi dos décadas. Esa experiencia le enseñó a ser consciente del entorno y entender cómo puede llegar a pensar un criminal, lo que le ha servido para desempeñar su tarea como exorcista.
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“Cuando recibo llamadas de personas durante una emergencia espiritual, lo primero que hago es poner a trabajar esas habilidades de paramédico y policía. Anoto toda la información médica inicial y realmente hago mi tarea en términos de interrogarlos y analizar a la persona que llama mientras hablo con ellos”, comentó.
Según el profesional, cada que atiende un caso intenta obtener la mayor cantidad de información posible para diagnosticar a la persona que está al otro lado de la línea: “ muchas veces la persona que llama puede estar sufriendo algún tipo de enfermedad mental que tengo que diagnosticar o investigar un poco más”.
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Desde que se dedica a tiempo completo a los exorcismos, Chris Deflorio suele recibir alrededor de 100 llamadas por mes, que atiende según la prioridad del caso, dejando primero a las personas vulnerables. Uno de los casos que más recuerda es el de una niña de cuatro años que había desarrollado una afinidad con una criatura maligna luego de mudarse con su abuela a una casa que solía pertenecer a una bruja satánica.
Relata el exorcista que la propiedad tenía un ático que los nuevos dueños no habían revisado debido al difícil acceso. Pero, luego de escuchar unos pasos provenientes de ese lugar, la abuela llamó a sus familiares para investigar. En el sitio encontraron marcas demoníacas en las paredes, huellas ensangrentadas y cráneos de animales clavados en un círculo.
Por su parte, la niña comenzó a revelar detalles sobre una entidad que habitaba la casa y tenía un nombre específico y hacía un ruido extraño que la pequeña era capaz de imitar. Después de comprobar la conexión de la niña con la criatura maligna, el exorcista se dirigió al ático para realizar un ritual católico y expulsar a esa entidad que la menor llamaba “amiga”, según la narración.
Finalmente, el experto explicó que es común enfrentar casos más relacionados con salud mental que con espíritus, así que se ha dedicado a educar a las personas sobre la ideología de la Biblia y cómo vivir racionalmente. Asimismo, remite a estas personas a consejeros de salud mental o psiquiatras para que sean atendidas correctamente.
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