Está entre Medellín y Bogotá y su cuidado se logró con ayuda de mineros, lugareños y autoridades locales y regionales.
La noticia sobre su protección alegró a las comunidades de varios municipios del oriente y del Magdalena medio antioqueño: son 15 mil hectáreas de bosques y zonas verdes cobijadas con la declaratoria de área protegida en una región que, por décadas, ha visto cómo se han desarrollado proyectos mineros en el lugar.
Se trata de uno de los pocos ecosistemas que aún albergan una gran riqueza natural en Colombia; se encuentra ubicado muy cerca de las dos principales ciudades del país, pero en los últimos años ha estado en riesgo por la explotación minera.
Para conservarlo, Cornare, la autoridad ambiental, las comunidades y los mineros de la zona, llegaron a un acuerdo para proteger este ecosistema.
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