La fuerte sequía que enfrenta el departamento tiene padeciendo a todo el territorio. Incendios y altas temperaturas afectan las comunidades.
Indígenas deben caminar varios kilómetros para conseguir el agua que necesitan día a día.
Ante el desabastecimiento, las autoridades declararon la emergencia.
La ausencia del líquido y el consumo de agua no potable ha producido diarrea, fiebre y vómito en los niños de las comunidades más apartadas.
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Por otra parte, las llamas han consumido varias hectáreas de bosque en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El difícil acceso a los focos de los incendios ha dificultado la tarea de control.
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