Autoridades intensifican controles para evitar que este animal, en vías de extinción, siga siendo víctima de los traficantes de especies.
Las 35 hicoteas permanecían con vida al interior de estos sacos con mangos y aguacates escondidas en la parte baja de un bus de servicio público con destino al municipio de Ciénaga, Magdalena.
Los traficantes de animales como estos camuflaban las tortugas con un papel especial para evitar ser vistas por las autoridades.
La comercialización de este tipo de especies genera un alto grado de impacto en el medio ambiente, pues la hicotea es un animal en peligro de extinción.
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Se necesita mucho tiempo para que este animalito pueda reproducirse y por eso autoridades hacen esos controles específicos en las vías para evitar la comercialización.