Juan Gutiérrez superó con creces la prueba de honestidad que le puso la vida. “El dueño del dinero me preguntó que cuánto le debía y le dije que nada”, cuenta.
Esta sorprendente historia ocurrió en Santa Marta.
Aunque algunos criticaron a Juan Gutiérrez por entregar el dinero, él les respondió: “Las cosas hay que devolvérselas a su dueño. Si usted se encuentra algo, es de alguien, eso tiene un propietario”.
Los dueños de los $18 millones agradecieron, entre lágrimas, el gesto de Juan Gutiérrez, a quien calificaron como “un ángel”.
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