Así lo advirtió el gobernador, Nicolás García, quien envió un mensaje: “no es puente, no son vacaciones”.
Para que la población del departamento cumpla con la medida, y evitar la propagación del coronavirus aun después de la cuarentena, el mandatario señaló que habrá controles y comparendos para los infractores.
La Gobernación de Cundinamarca, en conjunto con Policía de Tránsito, Ejército y quienes están a cargo de los peajes, acordó no permitir el paso y devolver a las personas que pretendan ingresar.
Quienes sean sorprendidos, además de la multa de 936.000 pesos, se exponen a la inmovilización del vehículo.
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Los conductores y vehículos exentos de estas medidas son los mismos que se designan mediante el decreto del gobierno.
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