Desconsolados quedaron los familiares de los 33 niños que murieron en el incendio del bus de Fundación, Magdalena, el pasado 18 de mayo, luego de que un juez ratificara la decisión de concederle la libertad al dueño del vehículo, Alfredo Cruz Esquea.
“Como en este evento, se decretó la preclusión de la investigación, el despacho concederá la libertad provisional al procesado”, declaró el juez único penal de Fundación, Alfonso Saade.
Los parientes de los pequeños víctimas del siniestro manifestaron su indignación y aseguraron que solo claman justicia. “¿Ellos van a quedar en libertad?, pues no señor, ellos tienen que estar tras las rejas”, expresó Rosa Cantillo, una de las afectadas.
“No me siento contento por esto, fueron unas vidas que se perdieron por culpa de ese señor” opinó Jhony Baron, otro de los familiares.
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La defensa de las familias, que perdieron a sus pequeños ese fatídico 18 de mayo, criticó la decisión judicial. "Esto es un mensaje de impunidad, por lo cual vamos a solicitar los recursos de apelación y si en Colombia no hallamos estos recursos recurriremos al sistema interamericano de Derechos Humanos", anunció el abogado Sebastián Gómez.
El proceso pasará ahora a manos de la sala penal del Tribunal Superior de Santa Marta. El organismo tendrá quince días para resolver la apelación.
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