“Estarían tumbando selva para cultivos ilícitos”: Amazonía colombiana agoniza por la deforestación

Además, la acelerada tala en el parque Chiribiquete amenaza la preservación de los pueblos indígenas que se encuentran en aislamiento voluntario.

La serranía de Chiribiquete, que comprende más de 4,3 millones de hectáreas de selva con una gran diversidad, fue declarada como patrimonio cultural y natural de la humanidad por la Unesco en julio del 2018.

Esta zona, que ha sido por años el territorio de especies nativas, variedad de fauna y cerca de 12 comunidades indígenas, hoy se ve afectada por actividades de deforestación que van en aumento.

“Hay lotes de tumba y quema. Hay una secuencia en de la trasformación del lugar”, asegura Rodrigo Botero, director de la Fundación Conservación y Desarrollo Sostenible.

“Los indígenas vienen resistiendo, defendiendo el territorio ancestral. Están luchando porque se respete el derecho al territorio”, señala Felipe Rangel Uncacia, consejero de la ONIC.

Las consecuencias de un contacto con estas comunidades podrían ser igual de fatales que las registradas hace más de 30 años con los nukak maku, quienes están a punto de la extinción.

Según el reciente informe del Ideam, en el 2018 aumentaron en un 75% las alertas tempranas con más de 43 mil hectáreas deforestadas en la amazonía colombiana. El Chiribiquete, una de las zonas más afectadas.

Sumado a esto, se encuentra la minería ilegal y la presencia de grupos ilegales con cultivos ilícitos.

“Se cree que pueden ser cerca de dos mil familias que están tumbando selva para sembrar coca”, afirma Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación.

Pero, lo más preocupante, es que esta actividad está llegando cada vez más cerca de territorios en los que habitan comunidades indígenas, que voluntariamente se han aislado y que son sujetos de protección para el Estado.

Para los expertos, es necesaria la fijación de fronteras agropecuarias y acciones que eviten la continuación de este genocidio.

Por su parte, el gobierno asegura que detener la deforestación es uno de los aspectos comprendidos dentro del Plan Nacional de Desarrollo.