El tenis que viene contra el que se va. El número 1 mundial Carlos Alcaraz, sonrisas y juego arrollador desde el comienzo de Roland Garros , choca con la leyenda Novak Djokovic (3º), un superviviente, letal en los momentos clave, el viernes en la 'supersemifinal' del torneo.
En la Philippe Chatrier se cruzarán por primera vez en un Grand Slam el tenista de los 22 títulos -el histórico récord que comparte con Nadal- con el rostro que ilusiona al tenis tras la época dorada del 'Big Three'.
A un lado el serbio de 36 años, viejo zorro capaz de salir vivo de cualquier emboscada, que disputará su 45ª semifinal de un grande.
Al otro el español de 20, ansioso por jugar en la penúltima ronda de un grande por segunda vez consecutiva, tras haber ganado el US Open y perderse el Abierto de Australia por lesión. "¡Por mí jugaría mañana!", dijo el martes tras pasar por encima de Stefanos Tsitsipas (5º).
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Entusiasmo ante melancolía
Menos entusiasta se ha mostrado a lo largo de la quincena parisina un Djokovic en ocasiones melancólico, huérfano de sus compañeros de viaje, el retirado Roger Federer y el recién operado Nadal.
En sus encuentros con la prensa ha insistido en que no recupera "como antes": "No sé cuánto tiempo me queda".
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"Físicamente Novak es un genio. Pero la velocidad de Carlos en la pista puede que sea un poco demasiado para él", analiza el triple vencedor de Roland Garros Mats Wilander, ahora comentarista en Eurosport.
Tras una gira de tierra fallida, el serbio ha sobrevivido en París porque es uno maestro de los tiempos en los Grand Slams. Su dominio en los 'tie breaks' le allanó el camino ante los entusiastas Alejandro Davidovich (34º)y Karen Khachanov (11º).
Confianza frente a soluciones
"Este tipo de jugadores encuentran soluciones donde otros no lo hacen. Novak ya ha demostrado un millón de veces que es capaz de darle la vuelta a partidos imposibles", resumió el técnico de Alcaraz Juan Carlos Ferrero.
Su pupilo ha arrasado por un camino a priori más complicado. Antes de reducir a Tsitsipas, que estuvo a un set de ganar el torneo en 2021 ante Djokovic, no dejó ninguna opción a Lorenzo Musetti (18º) ni a Denis Shapovalov (32º).
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"Me siento bien, pleno de confianza, tanto física como tenística y mental", señaló Alcaraz, cuya última rueda de prensa se centró en recordar lo que significa Djokovic para el tenis.
"Lo he visto millones de veces en semifinales y en finales de Grand Slam. Es uno de los mejores de la historia. Lo que más me fascina es cómo golpea la bola. Su nivel estándar es muy elevado", dijo.
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Madrid, sabroso precedente
Desde hace más de un año parece que ambos jugadores se evitan por el circuito... La única vez que jugaron fue en mayo de 2022 en las semifinales del Masters 1000 de Madrid.
Alcaraz se presentaba tras eliminar en cuartos a Nadal un día antes. Y salió victorioso ante Djokovic en un duelo espectacular que se fue a las tres horas y media, definido en un 'tie break' en el que el chico que acababa de cumplir 19 años no tembló ante el gran maestro de las muertes súbitas.
Favorito y hombre a batir
"Es el partido que todo el mundo quería ver. Y que yo quería jugar porque para ser el mejor hay que ganar a los mejores", dejó claro Alcaraz sobre lo que significa 'meter mano' a un miembro del 'Big Three' en un Grand Slam.
Djokovic devuelve la bola: "Es sin duda el hombre a batir, por lo que tengo ganas de enfrentarlo".
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Sobre quién es el favorito, el español considera que esa etiqueta pertenece al serbio: "No es por echar balones fuera o quitarme la presión. Si está Novak es el favorito".
'Nole' frente a 'Carlitos', la época dorada del tenis ante su espléndido futuro en un partido que hace salibar en la Philippe Chatrier.
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