Este tipo de ayudas para los estudiantes de Bogotá, en algunos casos, no se han podido hacer efectivas por la falta de los alimentos básicos.
“Somos varias madres que hacemos largas filas y no hay leche, huevos y carnes, que es lo necesario para los refrigerios escolares”, aseguró una mujer que buscaba estos productos para alimentar a sus hijos.
Por otro lado, en una vereda de Popayán los habitantes montaron un peaje de desinfección para evitar que el COVID-19 llegue al pueblo. Sin embargo, piden ayuda para poder comprar los elementos básicos de seguridad.
Finalmente, en Pereira, los vecinos del estadio Hernán Ramírez Villegas están preocupados por los malos olores que provienen del escenario deportivo, que lleva 18 meses con el sistema de alcantarillado dañado.
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