El duelo entre Krasnodar y Dinamo de Moscú se debió reprogramar porque tres jugadores del club capitalino arrojaron un resultado positivo en los test de COVID-19.
El partido de la liga rusa que debía enfrentar hoy al Krasnodar y al Dinamo Moscú ha sido aplazado al 19 de julio debido a tres casos de coronavirus en el club moscovita, informó este domingo la Unión de Fútbol de Rusia (UFR).
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La decisión fue tomada en una reunión extraordinaria de la Oficina del Comité Ejecutivo de la UFR, según indicó en un comunicado publicado en su página web.
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Tres jugadores del Dinamo Moscú, el camerunés Clinton N'Jie, el burkinés Charles Kabore y el polaco Sebastián Szymanski han contraído la COVID-19 y se encuentran en cuarentena.
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El Dinamo debía trasladarse a Krasnodar, pero a petición de Liga de Primera División de Rusia (RPL) la UFR tomó finalmente la decisión de posponer el partido casi un mes.
La UFR da este paso después de la polémica que surgió el pasado viernes, cuando Rostov tuvo que enfrentarse al Sochi con juveniles de entre 16 y 19 años debido a que todo el primer equipo estaba en cuarentena por seis positivos por coronavirus.
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El Sochi, que había tenido algunas semanas para entrenarse tras levantarse las restricciones a las prácticas en grupo, se negó a aplazar el partido al 19 de julio.
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Los juveniles del Rostov, por contra, no se habían podido entrenar durante los tres meses en los que estuvo suspendida la liga, por lo que la postura del Sochi no solo fue criticada por eso, sino también por poner en riesgo la salud y la condición física de su rival.
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La prensa deportiva y comentaristas rusos y extranjeros comentaron lo que consideran una vergüenza, que deja, además, dañada la imagen de Rusia y de la liga rusa.
Eso sí, los juveniles del Rostov se convertieron en héroes pese a perder 10-1 ante el Sochi.
Para sorpresa de todos a los 47 segundos del partido Román Románov, del Rostov y de solo 17 años, marcó un gol.
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Fue el primer y último gol de la jornada para su club, pero el jugador se convirtió en la persona más joven en marcar en la historia del Rostov y en los tres más jóvenes en la historia de la liga rusa en hacerlo.
Además, en el minuto 27 el portero del Rostov, Denis Popov, también de 17 años, paró un penalti de Antón Zabolotni, en lo que solo fue el comienzo de su hazaña, dado que en total paró 15 tiros a su portería, un nuevo récord en la liga rusa.
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La derrota por 10-1 es la mayor en la historia del campeonato ruso desde el año 2000, pero Popov fue reconocido el mejor jugador del partido, tras "robar a todos el show", celebró el Rostov.