

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La Vuelta a España 2025 terminó de forma abrupta después de que manifestantes propalestinos y en contra de la participación del equipo Israel-Premier Tech detuviesen la carrera en la última etapa. Esto ocurrió a poco de entrar en la ciudad de Madrid y en medio del caos que empezaba a apoderarse de la capital, imagen muy alejada de un inicio de recorrido lleno de celebraciones y hasta copas de champán, que es costumbre.
En esos primeros kilómetros, Vingegaard celebró la que ha sido su tercera 'grande' por etapas tras sus dos Tours de Francia, el UAE su gran carrera, a pesar de no ganar la general, y los demás lo que entendían su éxito, que para algunos equipos, como por el ejemplo el Burgos Burpellet BH, es llegar a Madrid.
Duró un rato la alegría y el ambiente de celebración en el pelotón porque a medida que se iba llegando a la capital de España se veía que el ambiente se iba caldeando y que alcanzar la línea de meta, sobre la que había que pasar diez veces, iba a ser muy complicado.
Fue imposible. Los manifestantes arreciaron en sus protestas, invadieron el recorrido por el que pasaba la carrera, los corredores tuvieron que detenerse y, después de un segundo intento de continuar, se dirigieron a los vehículos de sus equipos.
Publicidad
Bien hicieron porque lo que les esperaba más adelante, y sobre todo en meta, era peor. Se desató el caos, volaron pancartas, cayeron vallas, se vivieron protestas no solo pacíficas, hubo respuesta policial y lo que iba pasando nada tenía que ver con el ciclismo ni con la Vuelta.
En 100 kilómetros, se pasó del champán, con el que brindaron los ciclistas al principio, a los botes de humo, que cerraron una Vuelta marcada por las protestas propalestinas y con el pelotón y la organización en permanente tensión en su idea de llegar a Madrid.
Publicidad
Lo hicieron, pero no hasta donde querían, hasta la meta de Cibeles. Pero la Vuelta sí había conseguido alcanzar La Bola de Mundo, final real en lo competitivo. Lo que legitimó la victoria de Vingegaard, que la celebró antes del caos. Era merecido.
If the UCI and the responsible bodies couldn’t make the right decisions early enough, then long-term it’s very bad for cycling that the protesters managed to get what they wanted. You can’t just pretend nothing is happening.
— Michał Kwiatkowski (@kwiato) September 14, 2025
From now on, it’s clear for everyone that a cycling… pic.twitter.com/UZumVr2CRv