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El recorrido, la altitud, el calor y la polución pondrán a prueba a los ciclistas en la carrera en línea del Mundial en ruta en Kigali (Ruanda), donde las condiciones podrían convertirse en un martirio.
Ante todo, por el recorrido. Duro, largo (257 km en la carrera masculina del domingo) y escarpado (5.500 m de desnivel), para muchos es el más difícil de la historia.
Teniendo en cuenta el perfil, la mayor parte de los velocistas y muchos especialistas en las clásicas flamencas de la primavera europea como Mathieu Van der Poel, Wout Van Aert o Mads Pedersen prefirieron no acudir a esta cita.
El eritreo Biniam Girmay, que decidió participar para no perderse el primer Mundial de ciclismo en su continente, lamentó el viernes la dificultad de un trazado que "a los africanos les costará terminar".
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Desde su llegada a Ruanda, los corredores han descubierto otra serie de obstáculos que se añaden a la dificultad propia de un Mundial.
Uno de ellos es la altitud. "Creo que muchos obvian ese factor. De acuerdo, no estamos a 1.800 o 2.000 metros, pero estamos a 1.500 y se nota", insiste el esloveno Tadej Pogacar, que estuvo lejos de su mejor forma en la contrarreloj del pasado domingo.
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El calor no es excesivo, con unas temperaturas máximas de 28 grados, pero la humedad hace que sea menos soportable.
Otra cuestión que eleva el listón de este Mundial es la calidad del aire, "que no es nada bueno en la ciudad", según Tadej Pogacar, cuya novia Urska Zygart dijo haber "escupido los pulmones" durante sus primeros días en Ruanda.
Zygart va mejor ahora, pero continúa sufriendo por la polución en una ciudad llena de miles de motos-taxi que agravan los niveles de un aire difícilmente respirable.
"No deben pasar el control técnico todos los años", bromeó el joven ciclista francés Maxime Decomble sobre el parque automovilístico de Ruanda.
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Ese cóctel altitud-calor-polución ha sorprendido a más de uno.
La neerlandesa Demi Vollering fue tercera en la contrarreloj femenina del pasado domingo, pero tras sufrir muchísimo.
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"Ha sido la contrarreloj más difícil de mi carrera. Mi preparación fue perfecta. Hice una concentración en altura, entrenamientos con calor. Hice todo lo que había que hacer. No entiendo qué pasó. Quizás la contaminación", dijo.
El suizo Stefan Küng cuantificó los daños y estimó que perdería "entre un 10 y un 15%" de su potencia en estas condiciones.