Este viernes 8 de agosto comenzó la Superliga turca con una victoria 3-0 de Galatasaray, vigente campeón, en condición de visitante sobre Gaziantepe. El partido estuvo lleno de polémicas por dos penaltis sancionados al conjunto de Estambul y la expulsión del arquero local.
La visita se llevó la victoria con dos goles de penalti de Barış Alper Yılmaz al 12' y al 45+12' y una anotación de Eren Elmalı. Para la segunda parte, el arquero de Gaziantepe, Mustafa Burak Bozan, fue expulsado al 64' por tomar la pelota con sus manos fuera del área.
Todo este suceso, que además tuvo al colombiano Dávinson Sánchez como titular en Galatasaray, generó una furiosa reacción en su archirrival, el Fenerbahçe. El conjunto donde milita Jhon Durán se quedó callado y le envió un contundente mensaje a la Federación Turca de fútbol señalando un mal arbitraje que favoreció a los 'leones'.
"En la primera semana de liga, a pocos minutos de iniciado el partido, decisiones arbitrales similares a las que han quedado grabadas en la memoria de todos los aficionados al fútbol durante años volvieron a fallar a favor del mismo equipo esta noche. Nosotros, como toda Turquía, hemos sido testigos de que el mismo escenario se ha puesto en marcha nuevamente desde el primer día de la temporada y las cortinas del teatro se han levantado una vez más. El Presidente y el Consejo de Administración de la TFF deben exigir cuentas lo antes posible al Comité Ejecutivo Central (MHK), que ha firmado esta vergüenza desde la primera semana. Porque tanto la designación del VAR como la designación de Ali Şansalan para este partido revelan claramente la mentalidad. ¡Todas las relaciones del Presidente del MHK, del pasado al presente y del pasado al futuro, deben ser investigadas en todos los aspectos! Esta estructura sucia del fútbol turco tendrá que rendir cuentas tarde o temprano, ante los ojos de todos", se lee en la publicación del conjunto amarillo y azul.