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El exvicepresidente de la FIFA trinitense Austin Jack Warner, mostró este martes su alivio por la decisión del Tribunal Superior de su país de no extraditarlo a Estados Unidos, donde se le acusa de varios cargos relacionados con fraude.
"Me siento aliviado, pero quiero que comprendan que esto me ha costado 10 años de mi vida y quiero dar las gracias, especialmente a mi equipo legal", declaró en un comunicado Warner, después de que la jueza del Tribunal Superior Karen Reid anulara su extradición.
"Estoy emocionado, no encuentro palabras, aliviado por el hecho de que hayamos podido ganar este asunto y que la extradición haya sido suspendida definitivamente", añadió el también expresidente de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf).
Warner, de 82 años, enfrentaba a 29 cargos de las autoridades estadounidenses por fraude, extorsión y transferencias bancarias ilegales que supuestamente tuvieron lugar en el país norteamericano, en Trinidad y Tobago y otros países entre 1990 y 2011.
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Fue detenido en virtud de una orden provisional en el marco de la solicitud de extradición y posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza por valor de 369.000 dólares estadounidenses.
Warner es uno de los altos cargos de la FIFA imputados tras una investigación realizada en 2015 por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la corrupción en el fútbol internacional.
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La exmagistrada Maria Busby Earle-Caddle declaró en junio de 2023 que no existía ningún acuerdo formal por escrito entre Trinidad y Tobago y Estados Unidos que autorizara la extradición de Warner.
Warner fue vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf hasta su suspensión y posterior renuncia en 2011.
Asimismo, Warner fue miembro electo del parlamento de Trinidad y Tobago entre 2007 y 2015 y fue ministro de Seguridad Nacional en el país caribeño.
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