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"Son errores que uno comete. Como persona me equivoco y hay que aceptar esos errores. Hablé con Abel (técnico del equipo), estaba caliente, creía que podía hacer cosas, son calenturas. Le pedí disculpas, y ahí quedó. Somos dos personas grandes. Nunca tuve un problema con el entrenador y ahí quedó. Yo sólo quiero ganar y trabajar", dijo.
El internacional albiceleste añadió que se enfadó por ser cambiado, y declaró que no quería hacer daño a nadie tirando el brazalete de capitán.
"No es que lo tiré de mala manera. Estaba más fastidiado por el cambio, no por el brazalete. Si tengo que pedir disculpas a la afición lo hago. Si hago algo mal lo reconozco y por eso hoy doy la cara", destacó en rueda de prensa.
Respecto a la decisión del club a principio de temporada de hacer a Maxi uno de los tres capitanes, y sobre si es preferible que sea el vestuario el que elija a los jefes del vestuario, Maxi señaló que cada equipo "es un mundo".
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"Depende del club y de la situación. Cada club es un mundo diferente. A veces es difícil de explicar. Todos estamos abiertos a las cosas. Yo estoy muy bien y cómodo y siempre doy la cara cuando las cosas van mal. Yo estoy aquí para sumar", apuntó.
También habló sobre el partido que jugará su equipo en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid: "Madrid y Barcelona son equipos totalmente diferentes. Hoy el Barcelona está por encima de todos. Es muy difícil mantener ese ritmo. Al Madrid le gusta jugar a la contra y esperamos que no sea un partido de ida y vuelta. Este año queremos ganar. Sabemos que vienen ganando. Vienen de una racha muy buena. Los ánimos son los mejores para los dos equipos. El que esté mejor se llevará el partido", concluyó.
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Madrid (España)
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