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Mesut Özil, retirado de la actividad profesional en 2023, ondeó la bandera del deporte para inmiscuirse en un conflicto geopolítico que tiene de por medio un conflicto entre 2 regiones insulares del Mediterráneo que cuentan con apoyos diferentes.
Se trata de la isla de Chipre, que pese a ser reconocida internacionalmente como un solo país, tiene una división interna en la que una amplia zona se declara independiente de la otra bajo la denominación de República Turca del Norte de Chipre.
Ese espacio únicamente es reconocido por Turquía como un Estado soberano, motivo por el que ese lugar no pertenece a organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas (ONU) o a organizaciones deportivas, como la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) o la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), entre otras.
Sin embargo, Özil, que es de ascendencia turca, asumió como propia la causa separatista de esa zona y se convirtió en ferviente activista de la misma.
El exjugador, actualmente con 36 años de edad, visitó ese territorio para reunirse Ersin Tatar, que funge como presidente de aquel lugar y fue allí en donde hizo su petición argumentando que los deportistas de ese sitio merecen defender en el exterior su propia bandera.
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Özil se mostró de acuerdo con la creación de 2 Estados dentro de la isla, como lo proponen Turquía y Chipre de Norte. Además, dijo que podría abrir una academia de fútbol allí.
“El embargo impuesto a los atletas de la República Turca de Chipre del Norte debe levantarse. Los logros de los atletas turcochipriotas no deben ignorarse. Las organizaciones deportivas internacionales como la FIFA y la UEFA deben tomar medidas al respecto”, declaró.
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Al final de la visita, Özil recibió una camiseta de la selección de esa región y llamó a Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, con lo que dio a entender ser emisario de este y estar rindiéndole cuentas de su labor.
Acá, las imágenes del encuentro: