El centro de entrenamiento del Palmeiras, uno de los principales clubes de fútbol de Brasil, sufrió durante la madrugada de este domingo un ataque con "bombas y petardos", según denunció en sus redes sociales.
En el comunicado, el club informó de que "vándalos atacaron cobardemente" el centro de entrenamiento del Palmeiras ubicado a las afueras de la capital paulista, "poniendo en riesgo la integridad física de los jugadores y de colaboradores" que estaban en el lugar, concentrados con vistas al partido de este domingo contra el Ceará, correspondiente al Campeonato Brasileño.
En la publicación, Palmeiras difundió dos vídeos de cámaras de seguridad, donde se ve a cinco personas con capuchas acercándose a uno de los portones del club y arrojando al interior lo que parece ser materiales explosivos del tipo pirotecnia.
Luego, a medida que los fuegos artificiales van explotando, cuatro de ellos se alejan mientras que uno continúa al lado del portón, encendiendo nuevos.
En otro de los vídeos publicados se observa a esas personas bajándose de un vehículo cargando cajas y otros bártulos, que luego se ven en el portón al momento del ataque.
Palmeiras informó de que no hubo heridos producto del ataque y adelantó que el club "no se intimidará frente a los actos violentos practicados por un grupo de criminales e irá hasta el final para que los responsables enfrenten las consecuencias".
En ese sentido, adelantó que disponibilizó a la Policía Civil todas las imágenes de las cámaras de seguridad para contribuir a la investigación.
"No podemos tolerar, mucho menos normalizar, que el fútbol se transforme en un ambiente cada vez más tóxico, en el que la paz este bajo riesgo permanente", expresó el comunicado.
Palmeiras viene atravesando momentos tensos entre algunas de sus hinchadas y la dirigencia y el cuerpo técnico desde que, el pasado miércoles, el club quedó eliminado de la Copa de Brasil tras perder 3-0 en el resultado global contra su clásico rival Corinthians.
En ese partido, la hinchada profirió insultos hacia la presidenta del club, Leila Pereira, y contra el entrenador, Abel Ferreira, quien respondió con aplausos, lo que fue tomado como un gesto irónico por parte de la afición e intensificó la tensión.
Durante una conferencia de prensa este viernes, la presidenta pidió que "tengan un poco de paciencia", a lo que la hinchada respondió con carteles llenos de insultos en los alrededores del estadio Allianz Parque.