“Se me hizo un nudo en la garganta”, recordó Raymundín Cara de Calcetín, el padre más feliz y orgulloso, después del gesto que tuvo su niña consentida.
Con toga y birrete, Consuelo Elizabeth Saldaña Martínez llegó a la estación de gasolina donde ese día su padre trabajaba, para ofrecerle el título de licenciada en Desarrollo Infantil.
Su papá, cuyo verdadero nombre es Raymundo Saldaña Casso, no ocultó su sorpresa y, en medio de la emoción, se fundió en un abrazo con su hija.
“Me sentí muy orgulloso con el esfuerzo que hizo mi niña”, dijo Saldaña al ser entrevistado por medios locales.
Y es que ya son 34 años los que lleva Raymundín Cara de Calcetín como payaso, un oficio con el que ha sacado adelante a su familia residente en Ciudad Victoria, en Tamaulipas, México.
El gesto de gratitud de Consuelo, ahora licenciada, se popularizó en las redes sociales, donde el papá payaso y su hija hicieron llorar, pero de la felicidad a centenares de usuarios.
Un momento en la vida de esta familia mexicana que vale la pena repetir una y otra vez.