El sujeto, de 23 años, entró a una tienda de antigüedades para vender la cicla y la mujer, de 72, identificó que se trataba de un pillo.
Marie Parker encaró al delincuente después de que este entrara al local, que resultó ser del hijo de la señora, para comercializar la bicicleta a un muy bajo costo en comparación al precio real.
Las cámaras de seguridad registraron que en ningún momento la abuela estaba dispuesta a dejar escapar al ladrón. Aunque dos clientes se acercaron para ayudar, les dijo que mejor llamaran a la Policía y que ella se encargaba de sortear la situación.
El delincuente fue capturado y el vehículo, devuelto a su dueño. Sucedió en Barnsley, Inglaterra.