El vicepresidente y subconsejero legal de Microsoft, John Frank, hizo la revelación este viernes en la noche en el blog oficial de la compañía, citado hoy por medios estadounidenses.
"En los últimos seis meses de 2012, Microsoft recibió entre 6.000 y 7.000 órdenes relacionadas con causas criminales o de seguridad nacional y peticiones de información que afectaron a entre 31.000 y 32.000 cuentas de consumidores", señaló Frank.
Las peticiones provinieron de "entidades gubernamentales de EE.UU. a nivel local, estatal y federal", señaló el responsable de Microsoft, que recordó que a la compañía no se le permite identificar cuántas de esas órdenes pertenecen al programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
"Ésto sólo afecta a una pequeña porción de la base global de clientes de Microsoft", aseguró Frank.
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Facebook también divulgó anoche las solicitudes de información que recibió en el mismo periodo de 2012, y que ascienden a entre 9.000 y 10.000 peticiones que afectaron a entre 18.000 y 19.000 cuentas de usuarios de la red social.
Ambas compañías forman parte de las nueve empresas de Internet identificadas la semana pasada por el diario británico The Guardian y The Washington Post como parte de un programa de vigilancia electrónica conocido como PRISM.
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Ese programa permite supuestamente acceder directamente en los servidores de nueve de las mayores empresas de internet estadounidenses, como Google, Facebook, Microsoft o Apple.
Varios de esos gigantes informáticos negaron todo conocimiento de PRISM, aunque sí reconocieron que ocasionalmente se ven obligados por ley a conceder información al Gobierno de EE.UU., y pidieron que se les autorizara a divulgar detalles de esos intercambios.
En su comunicado, Microsoft agradeció el permiso para publicar los datos pero subrayó que lo que está autorizado a revelar "se queda corto respecto a lo que se necesita para ayudar a que la comunidad entienda y debata estos asuntos".
"Con el tiempo, confiamos en que el Gobierno dé más pasos. La transparencia por sí sola puede no ser suficiente para restaurar la confianza pública, pero es un gran lugar para empezar", apuntó Frank.
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Washington (EE. UU.)