Obreros, dispuestos a arriesgarse, buscan quien los contrate a las afueras de grandes cadenas de construcción o paraderos de buses.
En algunos casos, los inmigrantes son contratados por días o por horas.
Sin embargo, algunos de los empleadores se aprovechan de su situación y les pagan menos de lo que les ofrecieron.
En algunos casos incluso no les pagan, pero por ser indocumentadas estas personas no pueden hacer nada.
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Normalmente y dependiendo del trabajo, un obrero ganaba en Estados Unidos entre 18 y 27 dólares, es decir 50 y 70 mil pesos la hora. Ahora ganan dependiendo de quién lo contrate y muchos abusan pagándole al empleado no más de 30 dólares, es decir 75 mil pesos, el día.