En el barrio Guacamayas de la localidad de San Cristóbal, suroriente de Bogotá, fue interceptada una familia conocida como Los Guacamayos, pero no precisamente porque fueran fundadores del sector, sino por vender marihuana en su propia casa.Impactantes videos de alias La Mona, madre que torturaba a sus hijos si no vendían drogaLuego de una ardua investigación, la Fiscalía General de la Nación realizó un allanamiento para capturar a varios de los miembros de esta familia que, según las mismas autoridades, tenía el poder de las ventas de estupefacientes en el sector.“De acuerdo con los registros de cámaras de seguridad, testimonios y otros elementos de prueba obtenidos por un fiscal, los procesados se dedicaban de forma organizada y con permanencia en el tiempo a vender sustancias psicoactivas utilizando dos inmuebles y un taxi que, al parecer, era utilizado para distribuir las sustancias psicoactivas a domicilio”, explicó Leonor Merchán, directora seccional de la Fiscalía en Bogotá.En el momento de su judicialización, los capturados aceptaron cargos, por eso están siendo procesados por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.“En los allanamientos adelantados por el Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, Bogotá, se les encontró 93 libras de marihuana, cocaína, dinero en efectivo y otros elementos que están siendo analizados dentro de la investigación”, agregó Merchán.Según las indagaciones, esta familia llevaba dos años vendiendo droga en San Cristóbal, pero no eran descubiertos porque además de camuflarse como una buena familia cometían las fechorías desde su propia casa.Desarticulan banda delincuencial que camuflaba estupefacientes en coches con niños a bordo
Un policía resultó gravemente herido cuando él y su compañero fueron atacados por hombres armados durante una requisa en el barrio Guacamayas de la localidad de San Cristóbal, sur de Bogotá.Los hechos se registraron la noche del lunes cuando los criminales que se encontraban en una esquina les dispararon a los uniformados que los requirieron para una inspección. Uno de los policías cayó de inmediato herido al suelo. El otro reaccionó con su pistola y habría herido a uno de los delincuentes.Otras noticias: Mateo Reyes rompe su silencio en caso de Ana María Castro: “La veo caer y queda quieta”El policía herido fue trasladado al Hospital Santa Clara, donde entró a cirugía en horas de la madrugada por una bala que habría alcanzado un órgano vital. Su pronóstico es reservado.Al lugar se desplazaron más uniformados para apoyar a sus compañeros y buscar a los delincuentes que dispararon.La búsqueda por aire y tierra continúa en el sur de Bogotá.Vea también: "No se reconocen": critican cartel con el que Policía de Bogotá busca a los motoladrones
Algunos de los vehículos impactados se habían detenido en la vía para darle paso a una buseta de servicio público en el barrio Guacamayas, sur de Bogotá. En la calle donde se registró el incidente, los automotores que bajan de La Victoria suelen hacer un cruce prohibido para tomar la avenida, ubicada en la calle 37 sur 0 -20 E, barrio Colmena, por la antigua vía a Villavicencio. Allí no hay semáforos, reductores de velocidad ni señales de tránsito. El hecho ocurrió a las 7:10 a.m. del lunes, cuando una buseta provisional del SITP hizo el giro. Los vehículos que transitaban por el sector se detuvieron para darle paso. Sin embargo, un bus de Transmilenio avanzó a toda velocidad en contravía, sobrepasó a los carros que iban por su carril e impactó tres taxis, dos particulares y una moto. No se reportaron personas heridas. Según el conductor del SITP, una falla en los frenos le impidió detenerse, pero testigos dicen que actuó irresponsablemente.
Cuando los uniformados llegaron a la vivienda, la mujer les dijo que su esposo, un pensionado del Ejército, guardaba granadas y armas. El hombre salió de su casa a buscar a los policías para que ayudaran a calmar a su esposa, quien reaccionó de manera violenta durante una discusión. Volvió a su hogar en compañía de los uniformados del CAI Guacamayas, pero en medio de su ira la mujer reveló que el hombre tenía un arsenal del Ejército. Autoridades investigaran si los elementos de artillería que tenía escondidas en su casa son propiedad del batallón en el que trabajaba.
“Salió con pantaloneta, ni siquiera tenía chaqueta”, dice el padre que la reprendió por no haber cenado.
Winifer Mendoza, de 24 años, desapareció el pasado 13 de marzo de 2022 en la ciudad de Armenia, había viajado a la ciudad de Bogotá, pero nunca se supo más de su paradero. Era la menor de tres hermanos de nacionalidad venezolana y se caracterizaba por ser una mujer carismática e independiente. Su desaparición conmocionó a toda la ciudad.Ella vivía en la vereda del Caimo en la zona rural de Armenia con su pareja sentimental, Alberto Lisandro Vielba, de 27 años, después de que él la convenciera de salir de Venezuela por la situación económica que vivía el país. Ella aceptó y los dos empezaron a trabajar juntos en una finca. Sin embargo, el 21 de marzo de 2022 misteriosamente Mendoza desapareció sin dejar ningún rastro. “El miércoles me llamó mi mamá preguntándome que yo qué sabía de Winifer, me dice que ella no ha escrito, no ha enviado mensajes ni nada”, mencionó Félix Mendoza, hermano mayor de Winifer y con quien hablaba todos los días.>>> Enemigo cercano: así fue el atroz crimen de Nicolás Ayala en el municipio de LebrijaEn ese momento, ni su hermano ni su pareja decidieron comunicarse con la Policía hasta que recibieron una llamada de Fernando Itriago, un joven venezolano que residía en la ciudad de Bogotá. Al parecer, Winifer le había escrito a él que iba a viajar a la capital, pero él aseguro que ella nunca apareció.Tras varios días desaparecida, Félix decidió viajar a Armenia en búsqueda del paradero de su hermana. Las autoridades recibieron una denuncia por parte de Itriago, por tanto, en las investigaciones concluyeron que no había sido un motivo de secuestro, ya que, ella “no tenía enemigos ni era considerada una persona adinerada”.>>> Secta satánica estaría detrás de muerte de mujeres en Barranquilla: marcaba los cuerpos con el 666“Ella andaba rara, ya no era la misma. Yo le dije que, si ella no quería tener nada conmigo que se podía ir, pero ella me decía que no, que ella me quería y quería seguir conmigo”, aseguró Alberto Vielba. Sin embargo, Winifer estaba teniendo frecuentes conversaciones comprometedoras con su amigo Fernando, hasta tal punto de intentar tener una relación amorosa. Los chats fueron encontrados por Vielba quien no dudó en enfrentar lo sucedido con ella.Mientras tanto, su familia recibía llamadas extorsivas por parte de grupos paramilitares pidiendo recompensa por su familiar. “Uno del desespero quería pagar, ya después cuando nos calmamos, pensamos con la mente fría, pero era llamada tras llamada”, mencionó Félix. No obstante, ninguna de ellas entregó información real del paradero de Winifer.>>> Secta satánica, feminicidio y engaño: la desgarradora historia de Brenda Pájaro en BarranquillaLas autoridades e investigadores del caso pidieron el teléfono de ella y de su pareja para determinar los movimientos que tuvo en el momento de su desaparición, con los resultados ordenaron un allanamiento a la finca donde vivían. Al lugar, acudieron policías y un grupo especializado en criminalística. Con un químico utilizado en la vivienda se pudo determinar sangre en varias partes de la habitación y también en el baño. En una de las maletas de Alberto se encontró el celular de Winifer, por lo que, se concluyó que ella nunca salió de la finca. La Policía procedió a realizar la captura de Alberto Vielba, su presunto homicida.“La agarré por el cuello, la apreté y después ella cayó al piso. Estaba ensangrentada no sé con qué se golpeó, pero había sangre, agarré un cable y la apreté cuando vi que ella estaba ahí no sabía qué hacer. Estaba asustado”, relató Vielba a El Rastro.>>> SIM cards, moto verde y camiseta deportiva: las pistas que dejaron los homicidas de Nicolás AyalaUn grupo de la Sijin encontró dentro de la finca el cuerpo de Winifer enterrado a pocos centímetros de profundidad, debido a que, Alberto decidió contar la verdad de los hechos cuando por un presunto ataque de rabia la atacó, pues aseguró haberse sentido traicionado por parte de ella. La Fiscalía lo acusó por el delito de feminicidio agravado, el cual aceptó. Fue condenado a 31 años de prisión y permanece detenido en la estación de policía de Armenia.
Valentina Mosquera Fajardo, de 18 años, era una joven huilense que soñaba con ser abogada. Sin embargo, el 10 de febrero de 2018 desapareció en extrañas circunstancias en la ciudad de Neiva. Su madre, María Fernanda Fajardo, estuvo llamando al celular de su hija en reiteradas ocasiones sin obtener respuesta.“Al otro día me alzaban el celular, pero no me lo contestaban. Ya en la tarde, dije pero que pasó con Valentina. Ese día no apareció en toda la noche, dormí mal, pensativa”, aseguró su madre. Además, recuerdan que Valentina tuvo una relación con Steven Diaz, un joven dos años mayor que ella y con quien estudiaba en el mismo colegio. Sin embargo, Fajardo nunca estuvo de acuerdo con esa relación, pues el chico tenía malas amistades, robaba y consumía diferentes drogas. “Esa relación se convirtió en algo tormentoso, paso de ser algo bueno a algo dañino para ella”, mencionó uno de sus familiares cercanos.>>> Enemigo cercano: así fue el atroz crimen de Nicolás Ayala en el municipio de LebrijaCuatro meses antes de la desaparición de Valentina, su familia había notado cambios positivos en ella, pues había terminado con Steven después de seis años de relación. “La sentí más cariñosa, en realidad ella ya quería zafarse de esa situación y volver a empezar. Me decía madre yo te amo mucho, sé que hemos tenido choques, pero yo estoy aquí y siempre voy a estar al lado tuyo. Fueron unas palabras que me llenaron de alegría y dije ahora sí, mi hija por fin salió de todo eso”, mencionó su madre.En la mañana del día de los hechos, Valentina le comentó a su mamá que tenía que salir urgente porque un amigo de ella le iba a regalar un computador, algo que le pareció extraño. Sin embargo, ese día no regresó y su familia tampoco recibió noticias sobre su paradero. El lunes, 12 de febrero, 40 horas después de su desaparición, al celular de María Fernanda llegó un mensaje del teléfono de su hija que decía que estaba en San Agustín, además, adjuntó una fotografía del lugar.>>> SIM cards, moto verde y camiseta deportiva: las pistas que dejaron los homicidas de Nicolás AyalaEl misterio era que también desde el WhatsApp de ella les llegaron mensajes a sus familiares, entre ellos, a una de sus primas más cercanas pidiéndole dinero para pagar una deuda por un accidente que tuvo en moto. Un hecho diferente a lo que le habría comentado a su madre. Pocos minutos después María Fernanda recibió una llamada de su hermana en donde le gritaba desesperadamente que habían encontrado un cuerpo embolsado y abandonado en un paraje boscoso, pero a ella no le aterraba la idea de que fuera su hija porque acababa de hablar con ella. Sin embargo, por la insistencia de su familia decidió dirigirse a la morgue y verificar si el cuerpo hallado por las autoridades era o no de su hija Valentina. Pero ¿Quién estaba usado su celular? ¿por qué se estaban haciendo pasar por ella para pedir dinero a sus amigos?El cuerpo encontrado era de una femenina en donde presentaba fuertes golpes en la cabeza y marcas en sus muñecas y tobillos. Su madre pudo confirmar que era su hija cuando las autoridades le mostraron uno de sus tatuajes en la espalda con el nombre de su anterior pareja, Steven. Por lo que, él fue el principal sospechoso del asesinato de Valentina.>>> La desaparición de una joven de 24 años en Armenia que terminó en un trágico finalNo obstante, Andrés, su mejor amigo, recordó cuando Valentina le dijo que ese día se iba a ver con Álvaro Albarracín, un estudiante universitario de 24 años. “Yo le dije que no fuera porque ese man tenía cara de loco, psicópata, morboso y a ella le quedo sonando, pero ella se fue y no me hizo caso”, aseguró su amigo a El Rastro.En el desarrollo de la investigación las autoridades determinaron que Valentina había cumplido una cita amorosa. Su madre se enteró que ella era dama de compañía, así se lo hizo saber Andrés a los investigadores. “Yo no tenía ni cara de cómo decirle a la mamá, ella no sabía eso. Ya llevaba casi año y medio en eso”, mencionó su amigo.>>> Secta satánica estaría detrás de muerte de mujeres en Barranquilla: marcaba los cuerpos con el 666Por ello, la Sijin concluyó que Albarracín había provocado la muerte de la joven durante un acto sexual donde la habría asfixiado y posteriormente, él junto a su pareja sentimental, Andry Yised Polanía, ocultaron el cuerpo sin vida y realizaron el traslado de este. Las autoridades dieron con la ubicación de la vivienda de los homicidas y junto a la Fiscalía hicieron el allanamiento de esta. En la habitación principal había en cada esquina de la cama unas cuerdas que señalaban que se usaron en las muñecas y tobillos de Valentina.Las autoridades realizaron la captura de esta pareja por el asesinato de Valentina Mosquera Fajardo. A Albarracín le imputaron cargos de feminicidio y a Andry Yised el de favorecimiento. A ella le dieron una condena a 4 años de prisión, pero fue beneficiada para pagar su condena en prisión domiciliaria, mientras que, a él le dieron, dos años después de la muerte de Valentina, una condena de 25 años de cárcel y que cumple en la cárcel Las Heliconias de Florencia, Caquetá.>>> Secta satánica, feminicidio y engaño: la desgarradora historia de Brenda Pájaro en BarranquillaPese a la sentencia interpuesta por la Fiscalía, su familia no está de acuerdo con está condena que les dieron a los asesinos por el atroz crimen de Valentina. “Dios sabe cómo actúa en cada momento, y Dios sabe por todo lo que he pasado y lo que he luchado para que está muerte suya llegue a un final donde usted también pueda descansar tranquila”, dijo su madre mientras estaba en frente de la tumba de su hija.
Durante los primeros meses de 2024, 771 personas han sido reportadas como desaparecidas en Colombia. De esta cifra, 186 son mujeres menores de 18 años.>>> Crudo relato de madre que busca a hija desaparecida: "Extranjero dijo que se la llevaría"Bogotá sigue siendo una de las ciudades con más casos. De 307 desaparecidos, 118 son mujeres menores de edad. La mayoría de los jóvenes desaparecidos, dice la Policía, terminan consumiendo drogas.El sector de la calle de San Bernardo, ubicado en el centro de Bogotá, seis de cada ocho familias encuentran a sus hijos desaparecidos, de acuerdo con datos de las autoridades.Joven apareció en calle de San Bernardo, centro de BogotáTal fue el caso de una joven que permaneció desaparecida por casi 20 días y la encontraron en esta peligrosa calle de la capital colombiana.La mujer de 22 años no quería salir del sitio. Su padre la encontró junto al que sería su pareja sentimental en medio de adictos y expendedores de drogas.El padre de la joven explicó a Noticias Caracol que, tras casi 20 días desaparecida y buscándola por hospitales y fundaciones, llegó hasta Medicina Legal.“Estaba en Medicina Legal colocando la denuncia por desaparición cuando ella se comunicó con una amiga pidiéndole plata para pagar un arriendo, algo le pidió. Entonces la mamá me llamó y me dijo que estaba acá en el San Bernardo. Inmediatamente, salí de Medicina Legal y me fui a buscarla”, narró el papá de la joven.Caminó pocas cuadras y llegó a un sector del barrio San Bernardo, donde se reúnen a diario cerca de 200 habitantes de calle. Justo en ese momento había un operativo de la Policía.“Venía bajando y vi mucha Policía y Ejército. Entonces decidí entrar porque me dio seguridad y le pregunté a un señor agente que si podía ingresar y me dijo que sí, cuando vi a mi hija allí parada en ese estado tan deplorable”, agregó.>>> No hay rastro de Eileen Paz, niña de 2 años desaparecida en Roncesvalles, TolimaUn hombre, que aseguró ser su novio, trató de impedir el rescate de la joven.“Se encontraba en compañía, al parecer, de su pareja sentimental. Al momento de encontrarla el señor padre fue desgarrador, ella no quería ser rescatada y ahí se asume que es por los efectos de los estupefacientes. Se logra convencerla de que regrese al seno de su familia”, informó el mayor Jairo Osorio, comandante de la estación Santa Fe de la Policía.Casos como este, explicó el oficial, se repiten a diario en esta zona de la ciudad, hasta donde llegan familiares a buscar a sus seres queridos. Lo hacen en medio de las bandas que manejan cerca de diez ollas o expendios de drogas ilegales en el sector.La Policía aseguró que de día y de noche hacen acompañamientos permanentes a los familiares que buscan a sus seres queridos en sectores como estos en las diferentes zonas de Bogotá y que los ciudadanos que requieran este servicio se pueden comunicar a la línea 123 de la Policía Nacional.
Noticias Caracol conoció la historia de Bivien, una compañía vallecaucana con más de 30 años de tradición y 800 empleados que trabajan día a día en la fabricación y comercialización de 14 marcas en bienestar y cuidado personal.>>> César Caicedo habla del "BUM" de Colombina que la volvió una gran exportadora de dulcesJuan Ramón Guzmán, uno de sus cofundadores, contó cómo ha sido levantar este negocio.“Se lo digo a mis hijas y se lo digo a mis colaboradores, yo tengo cuatro cosas que siempre les repito, que uno en la vida tiene que tener para que le vaya bien: primero, pasión; segundo, disciplina; tres, conocimiento y cuatro, ser buena persona”, aseguró Juan Ramón.Como padre y capitán de este gran barco, este siempre ha sido el mensaje de Juan Ramón. Palabras que se han convertido en su mantra para llegar a miles de hogares colombianos con los productos que nacieron y crecieron en esta compañía colombiana.Juan Ramón asegura que su mentalidad emprendedora la aprendió de su madre. “Ella tuvo un almacén, entre cosas de cosméticos, y yo toda la vida vi a mi mamá cómo luchaba, cómo trabajaba, una disciplina, una pasión por lo que hacía”.>>> Le puede interesar: ¿Cuál es la nueva aerolínea que llegará al país? Ofrecerá vuelos a través de hidroavionesEste ejemplo lo llevó a iniciar junto a su primo Jorge Bermúdez una empresa de importación y comercialización de productos de belleza.Inicialmente, se llamaron Belleza Express y habían adquirido Arrurú, una de sus marcas con mayor recordación en el cuidado de bebés. Hoy, con 23 años que llevan fabricando productos que hacen parte de la categoría de cuidado personal, los colombianos comienzan a identificarlos con el nuevo nombre de la compañía: Bivien.Desde el centro de distribución ubicado en la vía Cali - Jamundí, en el Valle del Cauca, despachan sus productos a las diferentes ciudades de Colombia, pero también a Perú, Ecuador, Panamá, y otros países de Centro América y el Caribe.En total, son 14 marcas: Arrurú, Menticol, Intibón, Sunpro, Aromasense, Bio Herbal y Nutrit, entre otras.
Daniel Ortega llegó al poder en Nicaragua en el 2007 y desde ese entonces sus opositores han sentido una persecución política que ha traspasado fronteras. Algunos exiliados dicen que la pena más grande para ellos ha sido el arrebato de su nacionalidad.>>> Exabogado de Donald Trump reconoce que mintió en caso de Stormy Daniels: lo desenmascaróEl nacer en una ciudad, recorrer sus calles, conocer su gente, disfrutar de su cultura desde pequeño, lo hace ser miembro, participe y patriota. Para Edipcia, ese es el significado de ser nicaragüense, pero ese derecho le fue arrebatado por pensar diferente en el régimen de Daniel Ortega.“Me duele no despertar en mi casa, me duele no tener todo por lo que había trabajado. O sea, yo terminé la universidad a los 23 años, inmediatamente comencé a trabajar, o sea, tengo casi 20 años de trabajar en Nicaragua y todo lo que acumule en términos de seguridad social, en términos de experiencia sencillamente me lo quieren borrar y lo que estoy haciendo es defendiendo, diciendo ‘no, no me lo vas a borrar porque no tenés derecho a eso’”, señala Edipcia Dubón, exdiputada.Pero no solo Edipcia fue desnacionalizada, otros 94 nicaragüenses más sufrieron las consecuencias de este régimen. Enrique, exdiputado, también siente que Ortega le puso una lápida encima, lo que él llama: la muerte civil.“Me despojaron de la casa, las cuentas bancarias que pudieras tener. En mi caso, como una persona que ya estaba jubilada, me anularon la pensión de jubilación, pero además nos declararon prófugos de la justicia como si fuéramos delincuentes, con el propósito de que Interpol no nos dejara en paz donde estuviéramos o donde fuéramos”, relata Enrique.>>> Erupción de volcán en Indonesia deja impresionantes imágenes de columna de cenizaPara ellos, la desnacionalización no fue la única medida tomada por Ortega en contra de sus opositores, todo inició con el exilio.“Lo único que tiene sentido es regresar a mi casa, es regresar a lo que es mío, es recuperar lo mío y que las personas que no lo tienen en este momento lo recuperen, porque esto es una gran injusticia. Lo único que hemos hecho es pensar diferente”, dice Edipcia Dubón.Según la Acnur, entre el 2018 y junio del 2023 más de 930 mil personas han abandonado Nicaragua. De esas 874 mil han pedido asilo y 60 mil tienen estatus de refugiado, pero ellos tienen una misma historia, están a la deriva en un país que no es el suyo.