Un joven de 20 años fue secuestrado en el municipio de Lebrija, Santander, el 18 de agosto de 2020. Su familia fue alertada luego de que su padre recibiera una llamada telefónica en la que los captores exigían una suma de dinero a cambio de su liberación. Sin embargo, nadie comprendía por qué alguien atentaría contra Nicolás Ayala, un joven que no tenía enemigos. El Rastro conoció el caso en 2024.“Me llaman y me dicen que tienen secuestrado a Nicolás. Yo no sabía qué pasaba, no entendía nada”, recordó Carlos Ayala, padre del joven secuestrado. En un principio pensó que se trataba de una falsa alarma, pero comenzó a preocuparse cuando Nicolás no respondió a las llamadas ni mensajes a su celular. Fue entonces cuando comprendió que algo grave estaba ocurriendo.“El hombre manifestó haber recibido una llamada en la que le aseguraban tener retenido a su hijo. El secuestrador se identificó como ‘Comandante Juaco’ de las Águilas Negras”, afirmó el intendente Misael Espitia.Tras la investigación, la Policía confirmó que Nicolás era un joven trabajador, responsable y sin antecedentes judiciales. Por el contrario, era una persona muy querida en la comunidad y apreciada por todos los que lo conocían.El día de la desapariciónNicolás Ayala trabajaba como conductor de un motocarro perteneciente a una empresa conocida por su padre. Ese día salió, como de costumbre, a cumplir con su jornada laboral. Sin embargo, horas más tarde, Juan Manuel Morales, administrador de la empresa, recibió una llamada de un desconocido que le informó que el vehículo había sido encontrado abandonado en una calle cercana a un colegio, sin rastro del conductor.Hasta ese lugar llegaron los familiares, amigos y el jefe de Nicolás, quienes notaron con preocupación que dentro del motocarro estaban los dos teléfonos móviles de la víctima. Las autoridades iniciaron una intensa búsqueda: rastrearon las llamadas extorsivas, recolectaron testimonios de personas cercanas y comenzaron a identificar posibles lugares clave para la investigación.“Realizamos el rastreo del número desde el cual se hizo la llamada para informar al padre que Nicolás estaba secuestrado. Hallamos que la ubicación de esa llamada había sido cerca del peaje de Lebrija, lo que establecía que sí estaba por el sector”, dijo el intendente.Las autoridades descartaron que se tratara de un grupo armado, debido al monto exigido por el rescate. Según los investigadores, todo apuntaba a que los responsables solo buscaban sacar un provecho económico de la víctima.“Me llamaron y me dijeron que si no les daban $120 millones me mataban a mi hijo. Yo le dije: ‘no entiendo por qué usted secuestra a un hijo de un camionero, por qué eligió a mi hijo si yo no tengo dinero, yo solo gano para comer’”, reveló Carlos Ayala.Pistas claves en la investigaciónMediante una indagación selectiva en la base de datos, el Gaula logró identificar las tarjetas SIM vinculadas a los dispositivos desde los cuales se realizaron las llamadas extorsivas. La investigación permitió establecer que una de las líneas pertenecía a Ricardo Jaimes Garavito.Este individuo era conocido por la familia de Nicolás Ayala, ya que Carlos había alquilado en el pasado uno de los pisos de su casa a la hermana de Ricardo, Yaneth Jaimes, y a su hijo Yesid Sanabria, un joven de la misma edad que Nicolás y amigo cercano desde la infancia.Una vez las autoridades lograron ubicar la vivienda de Ricardo Jaimes, se percataron de que el hombre contaba con dos vehículos que utilizaba con frecuencia para movilizarse: una minivan y una motocicleta de color verde.Tras un arduo análisis de las cámaras de seguridad, las autoridades lograron trazar los recorridos de los sospechosos y obtener pistas clave sobre el posible paradero de Nicolás. Mientras tanto, Carlos, su padre, hacía hasta lo imposible por reunir el dinero exigido por los secuestradores, pero solo logró recolectar 25 millones de pesos, una suma muy por debajo del monto solicitado.Cuatro días después del secuestro, Carlos volvió a recibir una llamada en donde le dijeron que “de aquí en adelante lo que le pase a su hijo, si él muere es por culpa suya, por su negligencia y por no cumplir con la palabra”. En el intento de negociar bajaron la suma a $80 millones.Abrumador videoCarlos les pidió a los secuestradores una prueba de vida de su hijo. En respuesta, le enviaron un video en el que Nicolás, visiblemente angustiado y con lágrimas en el rostro, suplicaba a su padre que hiciera todo lo posible por salvarlo.Con esa evidencia, las autoridades concluyeron que el joven se encontraba en una zona boscosa, por lo que la búsqueda se trasladó a las afueras del municipio de Lebrija.A través del análisis de cámaras de seguridad, la Policía logró identificar el lugar desde donde se realizaban las llamadas extorsivas. También confirmaron que la persona que conducía la motocicleta verde era Ricardo Jaimes. Sin embargo, aún quedaba por resolver un interrogante clave: ¿quién estaba encargado de vigilar a Nicolás?Las autoridades comenzaron a investigar a Yesid Sanabria, amigo de infancia de Nicolás. A través del análisis de los registros telefónicos asociados a su línea, lograron establecer que, días antes del secuestro, Yesid había realizado un recorrido desde Barbosa hacia Bucaramanga y luego hasta Lebrija. Este desplazamiento levantó sospechas y sugirió que posiblemente había llegado para colaborar con Ricardo en la ejecución del secuestro.El 15 de octubre de 2020 se llevó a cabo la captura de Ricardo Jaimes y su sobrino Yesid Sanabria. Durante los allanamientos a sus viviendas, las autoridades encontraron varios teléfonos celulares, múltiples SIM cards y las llaves del motocarro con el que trabajaba Nicolás Ayala, evidencias que los vinculaban directamente con el secuestro. Pero, ¿dónde estaba Nicolás?Ricardo Jaimes reveló la ubicación de Nicolás, lo que permitió a las autoridades desplazarse hasta una zona rural en las afueras de Lebrija. Allí encontraron el cuerpo sin vida del joven.Tanto Ricardo como su sobrino Yesid Sanabria fueron condenados a 28 años y 6 meses de prisión por los delitos de secuestro extorsivo y homicidio. Cumplen su condena en la cárcel de Palogordo, en Santander.
Hay historias que parecen sacadas de una película de terror, pero son reales. La de Jazmín Mosquera es una de ellas. Su testimonio estremece por la brutalidad de los hechos y por la fuerza con la que logró sobrevivir. El 7 de abril de 2013, en Buenaventura, Valle del Cauca, su exnovio y la nueva pareja de este intentaron asesinarla y enterrarla viva. Pero Jazmín, con heridas graves y sin fuerzas, logró engañarlos fingiendo estar muerta. Séptimo Día escuchó su testimonio en el 2018.Jazmín conoció a Jefferson Ricardo Angulo cuando ambos cursaban décimo grado. La relación, en un principio, parecía estable. Vivieron juntos durante seis años, tiempo en el que ella creyó haber encontrado al hombre de su vida.“Para mí Jefferson era el hombre de mi vida. Cuando nos conocimos ambos estábamos en décimo, en el colegio era todo bien, era un buen muchacho”, relató.Pero todo cambió en 2012, cuando Jefferson perdió su empleo y comenzó a trabajar como taxista. Las llegadas tarde, las discusiones constantes y la desconfianza empezaron a deteriorar la relación.“Habíamos tenido muchos problemas, ya esa situación era insostenible. Eso se convirtió en una rutina para él hasta que yo dije no más... Un día le dije que se fuera de la casa porque una relación así no me servía”, afirmó.Aunque la relación terminó, Jefferson no aceptó la ruptura. La llamaba insistentemente, incluso contactaba a su madre para hablar con ella. Durante un año, Jazmín tuvo el acoso constante de su expareja.El inicio de una nueva vidaCon la esperanza de empezar de nuevo, Jazmín compró un tiquete para Panamá. Quería alejarse de todo y ayudar económicamente a su familia. Pero una semana antes de su partida, Jefferson la invitó a cenar. Ella aceptó, sin imaginar que esa decisión cambiaría su vida para siempre.“Llegamos al sitio donde él me había invitado a comer y, cuando él se detiene, una señora se acerca al taxi y le pregunta si puede llevarla. Yo le digo ‘vamos’ porque no tenía ninguna desconfianza en él”.Lo que parecía una noche tranquila se convirtió en una pesadilla. La mujer que subió al taxi era Doris Constanza, la nueva pareja de Jefferson, pero en ese momento, Jazmín no lo sabía. En cuestión de segundos, Jazmín fue atacada.“Cuando él dice que ya vamos a llegar, siento que ella me agarra con una toalla e intenta ahorcarme. Luego, Jefferson le pregunta ‘¿Dónde está el cuchillo?’”, recordó la mujer.El ataque y la decisión de fingir su muerteJazmín fue herida con un arma cortopunzante y arrastrada por una zona boscosa. Estaba débil, sin fuerzas para defenderse. En medio del horror, tomó una decisión desesperada: fingir estar muerta.“Yo dije ‘me tengo que hacer la muerta’ para que ellos vean qué van a hacer conmigo, pero si yo estaba asustada, ellos también estaban asustados”, contó.Jefferson y Doris, creyendo que estaba muerta, se alejaron para buscar una pala y enterrarla. Fue entonces cuando Jazmín, con las pocas fuerzas que le quedaban, logró moverse.“Cuando ellos se van, intento levantarme, pero no puedo. Vuelvo a intentarlo hasta que logro salir”, añadió.Con heridas graves, Jazmín se arrastró hasta un río y se escondió detrás de un árbol caído. Pasó la noche allí, sola, sangrando, temblando de miedo y frío. No podía moverse porque temía ser descubierta. “Toda la noche yo duré debajo de ese árbol”.Al amanecer, decidió salir del río y una pareja de campesinos la encontró y la llevó al hospital. Su estado era crítico. Los médicos no creían que pudiera sobrevivir.“Yo ya no podía respirar más. Yo ya me entregué a la mano de los médicos para que ellos me salvaran porque yo ya no tenía más fuerzas para seguir luchando”, recordó.La búsqueda de justicia de JazmínMientras Jazmín luchaba por su vida, su familia denunció el ataque. La Policía inició una investigación para dar con los responsables. La mujer que participó en el intento de homicidio fue identificada como Doris Constanza, una profesora de preescolar mayor de 40 años.Fue capturada y aceptó los cargos de homicidio en grado de tentativa. La Fiscalía le otorgó una rebaja de pena por no tener antecedentes y ser madre cabeza de familia. Fue condenada a 15 años de prisión.Jefferson Ricardo Angulo, el principal agresor, estaba prófugo de la justicia en 2018 cuando fue emitido el programa de Séptimo Día. Las autoridades creían que había salido del país de manera ilegal.Jazmín sobrevivió a la brutal agresión, pero pasa sus días con miedo de salir a la calle tras lo sucedido. Su valentía le permitió escapar de la muerte.
Entre 2008 y 2017, una serie de asesinatos aterrorizó a la comunidad de Caños Negros, una vereda cercana a Villavicencio, Meta. Dos mujeres que lograron sobrevivir fueron clave para identificar al responsable, conocido como el monstruo de Caños Negros. El Rastro investigó el caso en 2018.El monstruo de Caños Negros fue identificado por las autoridades como Rubén Villalobos Herrera. Trabajaba como conductor de motocarguero en una empresa local y aprovechaba su oficio para ofrecer el servicio a mujeres, a quienes luego desviaba de la ruta hacia zonas apartadas, donde cometía los crímenes.La mayoría de las víctimas eran mujeres adultas. Aunque las autoridades confirmaron 11 asesinatos, dos mujeres lograron escapar y sus testimonios fueron fundamentales para identificar y capturar al responsable.Testimonio sobrevivienteEl 12 de septiembre de 2016, Teresa, de 68 años, vivió una tragedia después de haber estado inconsciente durante tres días en una zona boscosa de la vereda Caños Negros. La mujer no recordaba por qué estaba ahí. Tenía graves heridas en la cabeza y no tenía la ropa puesta.Teresa logró ponerse de pie y caminó durante 20 minutos hasta una avenida principal, donde pidió ayuda. Fue trasladada de inmediato al hospital más cercano, mientras las autoridades iniciaban la investigación. “Estaba golpeada y presentaba un fuerte trauma en la cabeza. Al parecer, tenía indicios de abuso sexual”, declaró la intendenta de la Policía de Villavicencio, Carolina Hernández.La mujer les contó a las autoridades que viajaba en bus y se pasó del lugar donde debía bajarse. Al descender, se dio cuenta de que no tenía dinero para regresar a casa. En ese momento, En ese momento, pasó un motocarguero que se ofreció a llevarla y tomó la vía que conduce a Caños Negros. Sin embargo, en el trayecto se desvió hacia una finca, donde la golpeó brutalmente hasta dejarla inconsciente.“Ese era el único caso que conocía hasta ese momento en el que una persona de 68 años había sido agredida sexualmente. Medicina Legal determinó que ella fue muy posiblemente abusada después de haber perdido la consciencia”, reveló el investigador Jairo Gutiérrez.Teresa proporcionó a las autoridades un retrato hablado de su agresor. Con esta información, las autoridades iniciaron una búsqueda para dar con el presunto responsable de los hechos.Investigación reveló otros crímenesLa Policía revisó más de 2.000 casos de abuso sexual contra mujeres ocurridos en Villavicencio durante ese periodo. En el proceso, se identificaron varios casos con un patrón similar: mujeres adultas, golpeadas con un objeto contundente, con la ropa rasgada y aparentes signos de violencia sexual. Todos los hechos habían ocurrido en la vereda de Caños Negros.En ese momento, el agresor aún no había sido capturado. Sin embargo, las autoridades encontraron una descripción física proporcionada por otra víctima sobreviviente. Lo más impactante fue que coincidía plenamente con la que había dado Teresa. “En ese momento nos damos cuenta de que estamos enfrentados a una misma persona que nos ha hecho tres ataques sexuales”, dijo el investigador.Otro ataque daría con el señaladoEl 23 de marzo de 2017, seis meses después del ataque a Teresa, Yineth fue víctima de abuso. Según Yineth, el hombre la obligó a subirse a su motocarguero y la llevó a un río cercano a la vereda Caños Negros. “Él me dijo que me quitara toda la ropa...Me decía muchas groserías...Cuando me agaché a recoger mi ropa, él me lanzó al río. Pensaba en mi familia, no quería morir”, contó Yineth a El Rastro.La mujer, que tenía dos meses de embarazo, denunció lo ocurrido ante la Policía después de sobrevivir al ataque. Todo indicaba que el agresor era el mismo responsable de los casos anteriormente mencionados. Para los investigadores, tanto el método de abordaje como las lesiones coincidían y apuntaban a un mismo autor.Así cayó el Monstruo de Caños NegrosTras el análisis de las cámaras de seguridad, los agentes obtuvieron más información sobre el motocaguero en el que fue vista Yaneth. Un mes después de ese suceso, la Policía encontró el cuerpo sin vida de Elvia Casas, una mujer de 78 años que se encontraba desaparecida.Debido a las similitudes en la forma en que fue hallado el cuerpo, las autoridades concluyeron que estaban frente a un “asesino en serie”, por lo que el tiempo para dar con su paradero se volvió crucial.“Medicina Legal reporta que en el lugar de los hechos se habían encontrado restos óseos desde 2014”, aseguró Jairo Gutiérrez. Sin embargo, debido a su avanzado estado de descomposición, no pudieron ser identificados.El día de la desaparición de Elvia, un testigo resultó clave para identificar al responsable. Aseguró haberla visto subir a un motocarguero y reconoció al conductor: se trataba de Rubén Villalobos.A través de una fotografía, tanto las víctimas como el testigo que aseguró haber visto a Elvia con el agresor identificaron al sujeto. Con esta evidencia, las autoridades solicitaron una orden de captura contra Rubén Villalobos, quien insistía en su inocencia. Asimismo, los investigadores encontraron rastros de sangre en su motocarguero, lo que lo incriminaba aún más.Rubén nunca reveló la verdad completa sobre sus crímenes, pero sí confesó haber asesinado a dos mujeres y haber cometido abusos sexuales contra Teresa en 2016 y Yineth en 2017.En mayo de 2018, un año después de su captura, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Villavicencio condenó a Rubén Villalobos, conocido como el monstruo de Caños Negros, a 32 años de prisión. El sujeto cumple su condena en la cárcel distrital de Villavicencio.Además, las autoridades establecieron que el hombre abordaba a sus víctimas con la excusa de ofrecerles un servicio gratuito de transporte. Luego de cometer los crímenes, se descubrió que también realizaba actos de necrofilia, lo que agravó aún más la brutalidad de sus acciones.El Rastro intentó contactarlo para conocer su versión de los hechos, pero se negó a dar declaraciones. Para Teresa y Yineth, la condena no fue suficiente ante el daño irreversible que les causó a ellas, a sus familias y a otras víctimas.
Durante años, el departamento del Cesar fue escenario de una serie de crímenes que parecían no tener explicación. Jóvenes mototaxistas desaparecían sin dejar rastro, y cuando sus cuerpos eran hallados, la escena era siempre la misma: sogas, nudos complejos y una muerte por asfixia. Detrás de estos asesinatos estaba Luis Gregorio Ramírez, un hombre que convirtió su conocimiento sobre amarres en una herramienta de tortura y muerte. Su historia, marcada por patrones repetitivos y una crueldad excesiva, lo convirtió en uno de los homicidas más temidos del país: el monstruo de la soga. El Rastro investigó a este asesino serial en el 2021.En noviembre de 2007, la muerte de un joven con una carta de despedida fue catalogada como suicidio. Sin embargo, algo no cuadraba. La familia del fallecido negó que tuviera problemas emocionales o económicos. No había antecedentes que justificaran una decisión tan drástica. La escena, aunque aparentemente clara, escondía un detalle que más tarde sería clave: los nudos.“Familia, perdónenme, ya no vuelvo a causarles más problemas”, decía la nota encontrada junto al cuerpo. Pero los investigadores no hallaron pruebas concluyentes de que el joven se hubiera quitado la vida. Años después, este caso sería reabierto.El patrón de los nudos: ¿una firma?Fue en 2010 cuando las autoridades comenzaron a notar un patrón. “Empiezan a aparecer varios casos con características similares. Lo que nos llevó a enrutar que se trataba de un patrón que era utilizado en todos los casos porque en las escenas se encontraba el mismo tipo de amarre”, explicó Juan Carlos Sánchez, investigador criminal.Los cuerpos, en su mayoría de hombres entre los 17 y 35 años, eran hallados atados con sogas atadas de una forma muy particular. Las víctimas compartían un perfil: todos eran mototaxistas, de baja estatura y peso, lo que facilitaba su sometimiento. Los nudos no eran improvisados; eran elaborados con precisión, conectando cuello, muñecas y tobillos de tal forma que cualquier intento de liberación provocaba una asfixia automática.El dolor de las familiasPara los familiares, el dolor no solo era la pérdida, sino la forma en que murieron sus seres queridos. “A él lo encontraron amarrado, lo encontraron con una soga en la parte del cuello, estaba amarrado con las manos atrás”, relató un familiar. Otro agregó: “Quedó en una posición como dos con las manos atrás, empezaba en el cuello, en las manos y en las piernas y en las piernas terminaba, era una clase de nudo raro”.Uno de los casos más recordados fue el de Carlos Alberto Ramírez Algarín, de 27 años. Su hermano Álex contó que Carlos había desaparecido el 6 de febrero de 2010. “Era un muchacho que no se metía en problemas... Decidió hacer mototaxi para pagarse la carrera. Yo lo había invitado a una fiesta, pero él nunca llegó”.Cinco días después, su cuerpo fue hallado en una zona rural. “El cuerpo estaba en descomposición, tenía pertenencias de él y al lado había unos platos desechables con comida, un rosario y nos preguntamos ‘¿quién pudo haberle hecho esto?’”.Un asesino en serieLos crímenes del monstruo de la soga no se limitaron al Cesar. Pronto, cuerpos con las mismas características comenzaron a aparecer en departamentos como Santander y Magdalena. La Policía Nacional, al ver la magnitud del caso, conformó un grupo especial de investigación. El patrón era claro: hombres jóvenes, asesinados con el mismo tipo de nudos.“En todos los cuerpos de inspección se halló como patrón que utilizaba una fibra o soga delgada para hacer los nudos. Había un nudo ubicado en la parte del cuello que estaba conectado al nudo de los pies y había otro nudo que estaba amarrado a los miembros superiores, sus manos. Las personas, al tratar de soltarse y bajar los pies templaba la fibra lo que hacía que el nudo del cuello se apretara y esto le causaría la muerte”, explicaron las autoridades a El Rastro.La firma del asesinoLos nudos eran más que un método: eran la firma del asesino. Desde niño, Luis Gregorio Ramírez había aprendido a hacer nudos, una habilidad que perfeccionó con el tiempo y que aplicó con gran precisión en cada uno de sus crímenes. Esta técnica fue clave para vincular los casos y perfilar al asesino.Dos elementos fueron fundamentales para dar con el paradero del asesino: las pertenencias de las víctimas y sus motocicletas. En 2012, una llamada desde el celular de una de las víctimas, John Jairo, encendió las alarmas. La línea estaba activa en Medellín. A través de interceptaciones telefónicas, se identificó al usuario del número: Luis Gregorio Ramírez.Ramírez ya tenía antecedentes por desplazamiento forzado y hurto agravado. Fue capturado el 13 de diciembre de 2012 en Santa Marta. En su vivienda, las autoridades encontraron documentos de identidad, licencias de conducción y cascos de las víctimas. “Este tipo de accesorios que guardaba el homicida los utilizaba como trofeos de cada uno de sus crímenes. Algo que le satisfacía, porque con ello recordaba una a una de sus víctimas”, explicó el investigador Sánchez.La condena a El monstruo de la sogaEn octubre de 2016, un juez de Valledupar lo condenó a 30 años de prisión por seis de los asesinatos. Sin embargo, la gravedad de sus crímenes y la cantidad de víctimas llevó a que la pena se extendiera a 60 años, la máxima permitida. Su historial delictivo superaba los 80 años de condena.
Luis Ramos es en la actualidad una de las figuras del América de Cali que compite no solo por destacar en los cuadrangulares en la Liga BetPlay I-2025, sino a nivel internacional donde aún tienen posibilidades latentes en los 'play-offs' de la Copa Sudamericana. Su buen presente en los 'diablos rojos' lo ha puesto en los titulares de la prensa internacional, en especial de la peruana donde lo han vinculado con Universitario de Deportes. No obstante, en las últimas horas el propio técnico del cuadro 'estudiantil' salió al paso de los rumores y fue muy certero en sus palabras. Fue así como Jorge Fossati habló del atacante oriundo de Trujillo, en Perú, y quien coincidió en la 'albirroja', a la cual precisamente él lo llevó. Destacó sus cualidades en el frente de ataque. "No es cierto que esté requiriendo a Luis Ramos. Son solo especulaciones. No he hablado con nadie. Es un jugador que me gusta mucho y lo llevé a la selección, pero respeto profundamente a las instituciones y le pediría permiso a 'Polilla' (Jorge Da Silva", fueron las declaraciones de Fossati, timonel de Universitario a 'Zona Libre de Humo' y que replicaron en el prestigioso diario 'El Comercio'. Y es que antes al propio jugador del América le habían consultado sobre estas especulaciones de mercado, y si bien reconoció que le pegaron el telefonazo a su empresario, está muy feliz en el rojo vallecaucano. "No es ningún rumor lo de Universitario. Se han comunicado con mi empresario, pero estoy muy feliz aquí por la oportunidad que me está dando América de Cali", sostuvo Luis Ramos a los medios de comunicación en la capital del Valle del Cauca. Lo cierto es que Ramos Leiva ingresó de cambio en el partido que los 'escarlatas' empataron 1-1 con Independiente Medellín, en compromiso válido por la primera jornada del grupo A de los cuadrangulares finales de la Liga colombiana. En un duelo en el Atanasio Girardot donde los goles llegaron en los minutos finales y que prendió las alarmas por la lesión de Juan Fernando Quintero. Ahora, el '9' se concentrará en la Selección Perú y los cotejos por Eliminatorias Sudamericanas. La 'albirroja' visitará a Colombia en Barranquilla, el 6 de junio, y luego recibirá a Ecuador, el 10 del mismo mes. Las clasificatorias al Mundial 2026 las podrá seguir EN VIVO por la señal principal de Gol Caracol, Ditu y también en este portal: www.golcaracol.com
Egan Bernal cerró con broche esperanzador su participación en el Giro de Italia 2025, al terminar en la séptima posición de la clasificación general, su mejor resultado en una gran vuelta desde su accidente en 2022. Más allá del puesto, el colombiano dejó declaraciones cargadas de ilusión y convicción: “Es bueno estar ahí adelante, luchando en la clasificación general de una de las carreras más duras del mundo, aportar al equipo, mover la competencia. Me hace mucha ilusión para el futuro y es un gran paso para volver a mi mejor versión”, afirmó.El corredor del INEOS Grenadiers fue clave en varios movimientos tácticos durante la competencia y volvió a mostrarse sólido en la montaña, especialmente en la tercera semana. Su constancia, regularidad y capacidad para resistir la presión en jornadas clave confirman que está cada vez más cerca del nivel que lo llevó a ganar el Tour de Francia en 2019.Tras el desgaste del Giro, Bernal anticipó su siguiente paso: “A corto plazo descansar. Me voy a tomar unos 10 días para después entrenar y preparar el final de temporada. Esperaría ir a la Vuelta a España”. Esa posible presencia en la ronda ibérica abre la expectativa de verlo nuevamente liderando en otra grande.Fiel a su estilo optimista, Egan también compartió su mentalidad diaria: “Yo me levanto todos los días pensando en que voy a volver a ganar, no sé si lo logre, pero esa es mi ilusión. Como siempre digo, para llegar a la luna hay que apuntar al sol”. Una declaración que refleja su resiliencia y ambición intacta.En lo personal, Bernal vivió momentos especiales en Italia sobre todo este domingo con la presencia del Papa León XIV: “Fue lindo, especial, yo soy una persona católica”, dijo al referirse al simbolismo de su regreso competitivo en un país que considera su segunda casa. Además, valoró el crecimiento del ciclismo latinoamericano: “Justo hoy estaba hablando con Isaac del Toro. Le contaba que al principio solo había banderas de Colombia, luego vimos unas de Ecuador por Richard Carapaz. He visto por primera vez muchas de México. El ciclismo nos une y Latinoamérica se empieza a unir por eso. Eso me ilusiona a mí”.
Un doloroso hecho de maltrato infantil se presentó en el oriente de Cali. Allí, las autoridades rescataron a un niño de 8 años que, según la comunidad, llevaba más de 24 horas encerrado en una habitación bajo llave, solo y sin alimentos.No era la primera vez que lo dejaban abandonado y los vecinos, “en algunas oportunidades, al parecer, escuchaban llantos del menor”, detalló el coronel Germán Manrique, subcomandante de la Policía de la capital vallecaucana.No había comida para el niño, pero padres sí dejaron botellas de licorEl coronel Manrique reveló a los medios que las autoridades recibieron una llamada al 123 “donde la comunidad informaba sobre un posible caso de maltrato y abandono de un menor”.Tras recibir el reporte, las autoridades se trasladaron hasta el barrio El Rodeo en Cali, capital del Valle del Cauca. Consiguieron una escalera para alcanzar una ventana del segundo piso de una casa y allí vieron al niño, que solo llevaba puesta una pantaloneta. Estaba descalzo y sin camisa.Para su rescate se hizo necesaria la presencia del dueño del inmueble y de un cerrajero, pues señalan las autoridades que “no pudieron ubicar a los progenitores” del menor de edad.Al ingresar a la habitación donde estaba encerrado el niño, en vez de haber alimento para el pequeño lo que hallaron las autoridades fue “elementos como botellas de alcohol”, indicó el subcomandante de la Policía de Cali.“Eran evidentes algunos moretones”El coronel Manrique dijo que el menor de edad “manifiesta que no era la primera vez, que efectivamente lo dejan solo por temporadas”. Agregó que la información fue corroborada por la comunidad, con lo que “se pudo establecer que este era un hecho frecuente, repetitivo”.“Nos decían que pasaban días enteros en donde se sabía que no ingresaba nadie. En algunas oportunidades, al parecer, escuchaban llantos del menor por encontrarse solo”, relató.Pero además de dejarlo solo, el niño habría sido maltratado por sus padres, que serían extranjeros. “Al parecer presenta algunos vestigios de maltrato físico”, dijo el oficial, añadiendo que “eran evidentes, al parecer, algunos moretones, golpes que tenía, posiblemente por golpes que le hayan propinado”.El pequeño, en medio de su inocencia, le preguntó a una agente si podía quedarse con ella, a lo que la mujer respondió “sí, conmigo te vas a ir”. Tras ser rescatado, el pequeño fue trasladado hasta un centro asistencial para verificar su estado de salud y ahora permanece bajo custodia del Instituto de Bienestar Familiar -ICBF-.Penas por maltrato infantilEl artículo 127 del Código Penal en Colombia establece que quien abandone a un menor de edad o a una persona que se encuentre en incapacidad de valerse por sí misma, podría pagar una pena en prisión de 32 a 108 meses (2,8 a 9 años).En cuanto al castigo físico, en “la ley 2089 de 2021 quedó estipulado que cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niñas, niños y adolescentes está prohibido y quien incurra en esas conductas será sancionado con penas de prisión de uno a cinco años”.Líneas para denunciar casos de maltrato infantil en ColombiaICBF: línea 141 o 018000 918080Línea 123Comisarías de familiaLas URI de su ciudadSitio web https://teprotejocolombia.org/EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANOPERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co
El Giro de Italia 2025 terminó este domingo 1 de junio con una victoria del ciclista belga Olav Kooij, quien refrendó el título obtenido por su equipo el Visma Lease a Bike, a través del británico Simon James. Esta jornada fue diferente a las demás, pues se rodó con la clasificación general definida y hubo hasta un breve momento para saludar al Papa León XIV. Más allá de la corta ceremonia oficial, el que se robó las miradas fue el colombiano Nairo Quintana, que tan pronto los demás corredores siguieron la ruta, él no duden detenerse y cruzar unas breves palabras con el sumo pontífice.Como era de esperarse, su imagen se viralizó en las redes sociales y generó mucha expectativa e incertidumbre por el mensaje del corredor del Movistar Team al santo padre. Finalmente, tan pronto culminó la fracción, nuestro periodista Mauricio Molano le consultó a Nairo sobre dicho encuentro y reveló que le dijo al Papa Robert Prevost."Tenía la ilusión de poder saludarlo, le he dicho lo orgulloso que nos sentimos los católicos y latinoamericanos de que nos represente. Dios le de sabiduría para que nos guie", contó el experimentado corredor de 35 años.Por supuesto, también hubo espacio para hacer un balance general de su participación en la primera gran vuelta de la temporada. "Hemos rodado decentemente, llevamos a Einer adelante, el equipo ha estado sólido, no hemos tenido la mayor desempeño que queríamos. Hemos cumplido con dejar a Einer dentro de los diez mejores de la carrera", reseñó el boyacense.Por último, Quintana le contó a los aficionados en qué competencia lo volveremos a ver. "De momento seguimos con el Tour de Suiza y ya replantearemos la segunda parte de la temporada", concluyó.Así le fue a Nairo Quintana en el Giro de Italia 2025Etapa 1: Durrës › Tirana – 28.ºEtapa 2 (ITT): Tirana › Tirana – 134.ºEtapa 3: Vlorë › Vlorë – 61.ºEtapa 4: Alberobello (Pietramadre) › Lecce – 78.ºEtapa 5: Ceglie Messapica › Matera – 57.ºEtapa 6: Potenza › Napoli – 73.ºEtapa 7: Castel di Sangro › Tagliacozzo (Marsia) – 27.ºEtapa 8: Giulianova › Castelraimondo – 39.ºEtapa 9: Gubbio › Siena – 49.ºEtapa 10 (ITT): Lucca › Pisa – 128.ºEtapa 11: Viareggio › Castelnovo ne’ Monti – 19.ºEtapa 12: Modena › Viadana (Oglio-Po) – 107.ºEtapa 13: Rovigo › Vicenza – 48.ºEtapa 14: Treviso › Nova Gorica – 47.ºEtapa 15: Fiume Veneto › Asiago – 25.ºEtapa 16: Piazzola sul Brenta › San Valentino (Brentonico) – 47.ºEtapa 17: San Michele all’Adige (Fondazione Edmund Mach) › Bormio – 40.ºEtapa 18: Morbegno › Cesano Maderno – 88.ºEtapa 19: Biella › Champoluc – 37.ºEtapa 20: Verrès › Sestrière (Vialattea) – 67.ºEtapa 21: Roma › Roma - 84°
En grave estado de salud se encuentran los cinco sobrevivientes del accidente aéreo de el pasado sábado en Cundinamarca. Según el último parte médico, hay dos personas en cuidados intensivos, entre ellos está Carlos García Chica, el piloto de la aeronave.Noticias Caracol habló con la mamá del piloto, quien llegó a ver a su hijo tras conocer el hecho. Los heridos se encuentran internados en la clínica Universidad de la Sabana, en Chía.La mujer comentó que su hijo está muy afectado, principalmente en el rostro, en el miembro inferior de su cuerpo, en la pierna derecha, específicamente, donde ha recibido distintas cirugías. Además, que su estómago y otros órganos también se encuentran muy afectados.Dijo también que los bomberos le contaron a ella que a su hijo lo encontraron atrapado en medio de los escombros de la aeronave, que de ahí lo sacaron y lo trasladaron rápidamente al hospital.¿Cuál fue el piloto que se accidentó en Cajicá?Carlos García Chica es un piloto bogotano de 55 años de edad que iba volando el avión pequeño tipo ambulancia que se accidentó el sábado 31 de mayo entre Chía y Cajicá, municipios de Cundinamarca.García cubría la ruta Puerto Inírida, Guaymaral, y realizaba el traslado de una paciente que requería atención médica cuando ocurrieron los hechos a 14 millas de llegar a su destino.La llamada de la mamá del piloto antes del siniestro en CajicáSegún Mary, mamá del piloto, ella habló con su hijo antes del despegue: “me dijo, ‘tengo mucho trabajo hasta por la noche’, pero debe de ser que se presentó algún inconveniente al traer algún enfermo hasta por acá y se vinieron, que yo sepa, con una enfermera y una médica”.Quien se ve sentado dentro de las partes destruidas de la avioneta es Carlos en imágenes compartidas por los bomberos. A su alrededor estaban los bomberos de Chía y Cajicá en su rescate y el de la tripulación. “Los bomberos fueron los que lo rescataron, le quitaron la ropa porque no lo podían sacar. Entonces a él lo sacaron y lo trajeron acá en la ambulancia”.Los cinco heridos fueron trasladados a la clínica Universidad de La Sabana, donde permanecen bajo observación médica.Carlos, según su mamá, tiene “fractura de fémur, fractura de rodilla, fractura de mano, comprometida la parte cervical de la columna, comprometida la parte de la cara con su ojo, comprometido el cráneo y comprometido el sistema digestivo”.Finalmente, la mamá del piloto dijo que “son muchas las cositas que tienen, pero lo más importante es que nosotros somos unas personas de Dios muy creyentes”.Según el parte médico de la clínica sobre los otros cuatro tripulantes, la paciente trasladada, su acompañante, la médico y la auxiliar de atención prehospitalaria se encuentran con múltiples fracturas. Una de ellas está en cuidados intensivos con pronóstico neurológico reservado. La familia del piloto y de los otros heridos están aferrados en oración para que el estado de salud de sus familiares mejore. Por el momento, se desconocen las causas del accidente. Esto está en investigación por parte de la Dirección Técnica de Investigación de la Aeronáutica Civil, que es la entidad encargada de determinar qué sucedió.(Lea también: Así fue rescate de los heridos que dejó accidente aéreo de avioneta ambulancia en Cajicá: imágenes)CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: MilografiasESTA NOTA TIENE INFORMACIÓN DE ESTEBAN BEJARANO, PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL