“La puerta de la verdad se abrió y ya nadie la puede cerrar”, señaló Carlos Antonio Lozada, exmiembro de las FARC y hoy senador de la República, luego de que confesara que él ejecutó la orden de asesinar a Álvaro Gómez Hurtado, por disposición del ‘Mono Jojoy’.
Julián Gallo, su verdadero nombre, aseguró que es “paradójico que algunos sectores que durante años exigieron la verdad ahora no nos crean”.
“En esta verdad tendrán que entrar a hablar expresidentes, exministros, senadores y otros actores del conflicto en Colombia”, añadió.
En el Senado de la República se escucharon voces en el sentido de que, tras la confesión, Carlos Antonio Lozada debía renunciar.
Él les contestó.
“No vamos a renunciar al Senado porque nos sentimos honrados de representar estos héroes que algún día la historia habrá de reconocer. Tenemos el peso histórico de ser protagonistas de una oportunidad histórica que surge del Acuerdo de La Habana”, indicó el excombatiente.
Añadió que, tras las confesiones de las FARC, la comunidad internacional presionará más no solo a la guerrilla sino a otros actores para que reconozcan la verdad.
“Ni las balas ni los chantajes nos van a hacer alejar del camino que prometimos en La Habana, que es contarle a Colombia toda la verdad”, puntualizó.
