El oftalmólogo Luis Escaf estuvo al borde de la muerte debido a la agresividad del COVID-19 en su organismo. Así reconstruyó su batalla contra la enfermedad.
Escaf tiene 68 años y duró 20 días combatiendo el virus.
“Tuve la desgracia de contraer la enfermedad. No sé dónde la contraje, pero bueno: el 17 de marzo empecé con síntomas como si fuera una gripa… con dolor, un poco en el cuerpo y dolor en general”, relata.
Agrega que le dio “una fiebre intensa que no se calmaba sino metiéndome en el baño y tomando agua fría, tomando algunos medicamentos”.
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Entonces, fue hospitalizado y entubado sin conocer el resultado de su prueba, que al llegar dio negativa. Allí entró en un coma inducido durante siete días.
“Durante este momento de entubación el celebro sigue igualmente funcionando y puedes tener alucinaciones, pesadillas, pero cuando uno despierta le dicen a uno: ‘todo lo que usted vio y pensó no existe’, señala.
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Luis permaneció algunos días en la UCI.
“Me hicieron pruebas para coronavirus y aspiración bronquial; ahí sí se tuvo el positivo para coronavirus, igual para el virus de la influenza que es el H1N1, entonces salí doblemente afectado”, recuerda.
Pese a todo ese proceso, el oftalmólogo se recuperó y salió sano del hospital, en una de las salidas más emotivas que han registrado sus colegas.
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