Expertos aseguran que ronquidos o movimientos involuntarios no deben ser razón para mandar a la pareja a otra habitación.
Existen estudios científicos que demuestran las ventajas y desventajas de dormir solo o acompañado. Profesionales en la materia aseguran que es mejor de esta última forma.
Por ejemplo, Karen Parejo, neuróloga especialista en sueño, explica que la compañía de otra persona a la hora de dormir estimula la segregación de ciertas hormonas.
“El aumento en la producción de oxitocina, la que disminuye la ansiedad, aumenta la tranquilidad y la compenetración de las parejas”, afirma.
De igual manera, la especialista puntualiza que, a veces, las parejas pueden evidenciar los trastornos del sueño de la otra persona y esto puede ayudar en el tratamiento de los mismos.
“La pareja nota los trastornos del sueño, ellos identifican si hacen pausas respiratorias, otros tosen todas las noches, otros tienen reflujo, algunos se mueven mucho y actúan en los sueños, esto son anormalidades”, concluye.
Dormir en pareja puede ser uno de los únicos momentos que tienen las personas para encontrarse a solas con ese ser querido. Así que, si tienen problemas al dormir, lo más importante es buscar ayuda médica.