Es un hombre en Gran Bretaña que fue sometido a un trasplante de células madre. "No es la cura, pero aporta mucha esperanza", aclara coautor del estudio.
El caso se publica diez años después del conocido como "paciente de Berlín", que en 2009, después de un trasplante de células madre para tratar una leucemia, interrumpió el tratamiento y el virus no rebotó.
El hombre, que se mantiene anónimo, lleva 18 meses en remisión del virus sin tomar antirretrovirales.
Tanto el paciente de 2009 como el reciente fueron tratados con un trasplante de células madre, necesario por otra enfermedad, procedente de donantes que tienen una mutación genética llamada CCR5 Delta 32m, la cual impide la entrada del virus en las células diana del VIH, los linfocitos T CD4.
La principal conclusión del estudio, según explicó en una rueda de prensa el español Javier Martínez-Picado, coautor del texto y miembro del consorcio IciTem, es que el "paciente de Berlín no fue simplemente anécdota y es posible conseguir una remisión total del virus".
Sin embargo, recalcó que "el trasplante de células madre es un procedimiento médico de riesgo elevado y solo se recomienda para tratar pacientes que padezcan una enfermedad hematológica que no pueda tratarse mediante otras terapias".
Además, acotó que "la retirada del tratamiento antirretroviral solo puede hacerse por decisión médica y con un seguimiento exhaustivo de la evolución".
"Al alto riesgo que significa un trasplante de células madre -explicó Martínez-Picado-, se le suma la dificultad de encontrar donantes con la mutación CCR5 en sus células, solo el 1% de personas en Europa la tienen y se concentran en los países del norte, por lo que no es la cura definitiva del virus pero aporta mucha esperanza", sostuvo.
El estudio se realizó en el marco de la colaboración internacional IciStem, coordinada por el español Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y el University Medical Center de Utrecht de Holanda, con la colaboración del University College de Londres.
Los autores del estudio consideran que "es muy pronto para decir con seguridad que (el paciente) ha sido curado del VIH y continuarán monitorizando su evolución", según un comunicado del Imperial College de Londres.
El estudio describe el caso de un hombre que fue diagnosticado de VIH, que causa el sida, en 2003 y que seguía una terapia antirretroviral desde 2012. Ese mismo año fue diagnosticado de un linfoma de Hodgkin avanzado por el que se sometió a un trasplante de células madre en 2016.
Las células que se le trasplantaron tenían una mutación llamada CCR5 Delta 32m que impide la entrada del virus en las células diana del VIH, los linfocitos T CD4.
A los 16 meses del trasplante, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y a día de hoy, 18 meses después, el virus permanece indetectable en su sangre -habitualmente, cuando las personas con infección por el VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebota en las 4 primeras semanas.
Ahora, "el siguiente paso es descubrir los mecanismos que hacen que el virus se erradique a través del trasplante de células madre y mimetizarlos con intervenciones menos invasivas", indicó la coautora del estudio e investigadora Maria Salgado.
En el año 2014 se reportó el caso del Paciente de Essen, que recibió un trasplante con la mutación CCR5 Delta 32, pero cuando interrumpió el tratamiento antirretroviral el virus experimentó un rápido rebrote, además de otros tres casos de trasplante de células madre que no presentaban la mutación y el virus rebotó a las 12, 32 y 41 semanas, respectivamente.
Desde el 2014, IciStem ha realizado trasplantes en 38 pacientes de VIH que debían someterse a un trasplante de células madre a causa de una enfermedad hematológica, de los cuales nueve tenían la mutación CCR5 -actualmente hay 4 en seguimiento- y 19 han superado el año post trasplante -sin dejar de tomar antirretrovirales-, solo 16 de los 38 continúan en seguimiento.
El estudio destaca que, mientras que las células originales del paciente de Berlín ya presentaban la mutación CCR5, el paciente actual no la tenía originalmente, además este recibió una terapia pre-trasplante mucho menos agresiva y un único trasplante, mientras que el paciente de Berlín se sometió a dos intervenciones consecutivas.
Esto demuestra, que "se puede conseguir la remisión aun sin tener una mutación previa en el receptor y mediante tratamientos mucho menos agresivos para el paciente", aunque "no queremos hablar de curación aún por prudencia" dijo Martínez-Picado.