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En medio de desalojo, grupo de indígenas prendió fuego a una reserva: “Terrorismo ecológico”

Denuncian que las comunidades indígenas que se habían asentado de manera irregular en la hacienda El Japio, ubicada en Cauca, también retuvieron a trabajadores y a sus familias.

“Terrorismo ecológico”: durante un desalojo, indígenas prendieron fuego a una reserva natural

Un grupo de indígenas causó graves daños ambientales tras un desalojo que se llevó a cabo en la hacienda El Japio, en Santander de Quilichao, Cauca. Como retaliación a esa acción, las personas prendieron fuego a la vegetación y afectaron viviendas de trabajadores.

Hectáreas de árboles talados, quema indiscriminada y afectaciones al ecosistema es el panorama de esa reserva natural caucana.
María Luisa Camayo, ambientalista, hizo referencia al daño que causaron las llamas y tildó el hecho como “terrorismo ecológico”.

“En cuanto a bosque seco tropical, Japio cuenta con más de 460 hectáreas. Las afectadas hasta el momento han sido más de 120 hectáreas. Cuando hablo de terrorismo ecológico, me refiero a que no podemos seguir sometiendo a los ecosistemas a un daño sistemático. Ese daño lleva a que las interacciones de los ecosistemas se pierdan. Obviamente, nosotros perdemos biodiversidad y eso es un delito”, aseguró la ambientalista.

En medio del operativo de desalojo, los indígenas prendieron fuego en más de 10 puntos de la reserva natural. Ante la magnitud de la emergencia, soldados y policías trataron de apagar algunos puntos críticos.

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Las comunidades que ocupaban la hacienda trabajaban la madera para comercializar y realizar las construcciones de las viviendas en medio del bosque.

Desde la Corporación Autónoma Regional del Cauca, CRC, pidieron a las autoridades que individualicen a los responsables de la conflagración.

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“Es un poco el ejercicio de la Fiscalía identificar realmente quiénes son las personas que hacen daño, porque aparentemente son comunidades indígenas. Es importante, porque las medidas preventivas son para personas indeterminadas. La Fiscalía debe entrar en el proceso de individualización”, aseveró Yesid González, director de la CRC.

Entretanto, los gremios del Cauca rechazan los ataques contra los trabajadores de las fincas que fueron ocupadas y contra los ecosistemas de la región. Según ellos, se registraron hostilidades contra las familias de los obreros.

Secuestraron durante unas horas a un trabajador. A ambas familias les destrozaron sus viviendas y sus enseres. A la par, incendiaron un bosque que hace parte de una reserva natural de la sociedad civil y que se encuentra dentro de la finca. Esto es inaceptable, esto no tiene justificación. Este es el accionar reiterado de las personas que afectan contra la población civil y el medioambiente”, agregó Claudia Calero, presidenta de Asocaña.

Por su parte, el director ejecutivo del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, Gerardo Arroyo, pidió que los responsables sean identificados: “Estas comunidades han destruido el bosque seco generando quemas, tala. Con esa tala, construyeron casas artesanales y un negocio, que era la comercialización de la madera. Lo más grave es que se esté atacando la tierra con herbicidas”.

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Noticias Caracol contactó a tres personas pertenecientes al Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, quienes no dieron declaraciones al respecto.

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