En el comportamiento delictivo de Cali durante la pandemia del coronavirus COVID-19 ha sido evidente la reducción en todas las modalidades criminales, según datos de la Policía Metropolitana.
Sin embargo, es una realidad que los delincuentes no acogieron ninguna medida de aislamiento en medio de la emergencia por coronavirus COVID-19 y, por el contrario, siguen en las calles haciendo de las suyas.
De acuerdo con datos de las autoridades, entre el 1 de enero y el 23 de junio de 2019 en Cali se registraron 510 homicidios. En el mismo periodo del presente año, la cifra fue de 440, lo que representa una reducción del 14 %.
Asimismo, en 2019 se denunciaron 3.671 casos de lesiones personales durante dicho lapso y este año bajó a 2.042 (-14 %).
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En cuanto al hurto a personas, en la capital del Valle del Cauca, hasta la fecha, se han reportado un total de 9.366 casos, es decir un 39 % menos comparado con el mismo periodo del año pasado (con 5.693).
De igual forma, el hurto a residencias pasó de 1.178 casos a 695 (-41 %), el hurto a comercio pasó de 1.856 a 1.611 (-13 %), el hurto a automotores pasó de 988 a 624 (-37 %) y el hurto a motos de 1.316 a 1.071.
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Lo más lamentable de la situación es que, pese a que se han tomado medidas y operativos que han logrado capturas y aprehensiones, las estaciones de policía, al igual que el sistema carcelario, se encuentran a tope.
Así las cosas, la Policía mantiene en las estaciones unos 1.000 detenidos, cuando su capacidad solo es para 300. Esto está sucediendo debido a el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, como medida preventiva, suspendió la recepción de internos hace ya cerca de tres meses, para evitar el contagio del virus al interior de las cárceles.