Estas personas viajaron desde Nariño hasta Cali para reclamar los cuerpos de las siete personas fallecidas en el accidente, desde allí piden que esclarezca lo ocurrido.
En el Instituto de Medicina Legal, en Cali, permanecen los cuerpos de las víctimas de esta explosión que dejó siete personas muertas y trece más heridas.
Desde allí, sus familiares piden que se esclarezca el hecho y que aumenten las medidas de seguridad en los terminales.
Todos coinciden en que la tragedia pudo evitarse si las autoridades hubieran estado presentes en la terminal de Pasto, Nariño, o en las vías.
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Alicia Chicaiza, a quien sus familiares describen como una mujer alegre, tenía 53 años y tres hijos. Vivía en Ricaurte, Nariño, donde era reconocida como una vecina trabajadora y solidaria.
“Nos deja un gran dolor, una mujer luchadora con su trabajo, yo sé que el pueblo la va a extrañar mucho y nuestras familias también”, aseguró Aura Chicaiza, hermana de Alicia.
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Como Aura, son varios los familiares de las víctimas de esta tragedia que cuestionan por qué no hubo control antiexplosivos por parte de las autoridades en el terminal de transporte de Pasto, desde donde salió la van que explotó a la altura del corregimiento de Párraga, en Rosas, Cauca.
“Esto es una negligencia de la terminal, ¿dónde están las autoridades en Pasto, dónde están?, ¿por qué no ejercen su labor?”, expresó Aura.
William Andrés Chitán, hermano de Juan Fernando Villota, el conductor de la minivan que estalló, aseguró que su familiar no tuvo nada que ver con los explosivos, dice que era un hombre dedicado a su hogar.
“Lo que amaba era conducir. Él decía: ‘Mi sueño es andar en las vías’. Él amaba conducir, él amaba el trabajo de conductor y llevar pasajeros”, contó William.
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Los familiares pidieron que el caso deje un precedente para que se refuercen las medidas de seguridad en las terminales de transportes.
En Medicina Legal continúan adelantándose los procesos de identificación y autopsia de las víctimas.
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