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Felipe Zuleta responde por qué dice que ‘Si saben cómo soy para qué me invitan’

Así titula su nuevo libro, la continuación de ‘La familia presidencial’. Ya trabaja en un próximo texto sobre las primeras damas en el que espera "acabar (literalmente)" con Verónica Alcocer.

‘Si saben cómo soy para qué me invitan’: Felipe Zuleta y su nuevo libro

Jorge Alfredo Vargas dialogó con Felipe Zuleta sobre 'Si sabe cómo soy para qué me invitan', una especie de respuesta al alboroto que generó con su anterior texto 'La familia presidencial'.

Jorge Alfredo Vargas: ¿Cómo así que si saben cómo soy para qué me invitan?

Felipe Zuleta: Fíjese que a raíz del primer libro ‘Más allá de la familia presidencial’ algunos de mis primos, no todos, nosotros somos 26-27 primos por el lado Zuleta, quedaron muy molestos porque yo conté unas intimidades que digamos eran el secreto mejor guardado de la familia, relacionadas con mi abuelo paterno, y tres de ellos me mandaron una carta decente, pero protestando y un poco como diciéndome que eso no era cierto, obviamente yo tenía toda la información confirmada, y entonces yo dije esta carta da para otro libro, porque si saben cómo soy para qué me invitan.

Jorge Alfredo Vargas: ¿Por qué escribir sobre los secretos de la familia Zuleta y de la familia Lleras?

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Felipe Zuleta: Por qué mal o bien, pues por un lado el abuelo Lleras fue presidente, el otro abuelo, Zuleta, fue magistrado presidente de la corte, ministro, embajadores, entonces dos familias políticas totalmente opuestas; una muy liberal, una muy conservadora. Digamos, un par de figuras públicas que la opinión pública no conocía en la intimidad

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Jorge Alfredo Vargas: Gran capítulo, el de su abuela Berta. Queda uno matado con esa señora

Felipe Zuleta: Mi abuela Berta era hija del general Arturo Puga, chileno, -mi abuela era chilena- un hombre que fue comandante de la Fuerza Militares en Chile, fue agregado en Colombia y ahí se conocieron mis abuelos. Era un hombre muy estricto, obviamente no lo conocí. Mi abuela era una mujer muy estricta, pero muy cariñosa, muy querida siempre, y muy pendiente de sus hijos y de sus nietos. Cuando mi padre nos abandonó los abuelos nos cogieron, mi abuela Berta y mi abuelo Alberto y siempre estuvieron ahí, obviamente pues la viejita siempre estaba encima.

Jorge Alfredo Vargas: Y además no todo el mundo puede decir quién no vio nunca a su sabor a sus papás peleando porque ahí dice que usted nunca vio a sus abuelos peleando

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Felipe Zuleta: Nunca en más de 50 años de matrimonio. Tenían una magnífica relación, pero obviamente mi abuela era dura. Mi abuelo era de la generación de los periodistas, bohemios, toma trago, fumaban, tomaban tragos mientras cerraban las ediciones o de El Tiempo, El Espectador o de revista Semana, que era donde trabajaba mi abuelo cuando ejerció su periodismo y eran tremendos, entonces ahí hay un cuento muy divertido.

Un día mi abuelo se desapareció, siendo ya ministro de gobierno se desapareció, muy joven, tenía treinta y pico de años, y mi abuela dijo: ‘este en qué andará’. Y se fue a donde en ese entonces el jefe de redacción del diario El Tiempo, que era Hernando Santos, uno de sus grandes amigos, de mis abuelos, y le dijo ‘te voy a pedir un favor, Hernando, titula Secuestraron al ministro de gobierno’. Santos inmediatamente dijo ‘uy, esta vaina con Berta aquí jodiendo y tal’, y se imaginó dónde podía estar Lleras. Pues habían esa época una un lupanar, un burdel, les decían las chicas del panóptico porque quedaba en el costado sur del Panóptico Nacional, hoy Museo Nacional.

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Entonces Santos salió de la Calle 13, de El Tiempo, se fue ahí y efectivamente ahí estaban Jorge Zalamea, Alberto Lleras, Carlos Arango Vélez (el suegro de Andrés Pastrana) echando trago y había las viejas dizque eran regias y tocaban guitarra. Y bueno, entonces Hernando Santos le dice a Lleras ‘Berta ya me llamó a decirme que publique que usted está secuestrado, si no se va para la casa lo va a matar. En ese momento estaba bailando encima de la mesa de ese burdel disfrazado de emperador romano, no bailando, echando un discurso disfrazado emperador romano con su corona de laurel y todo Carlos Arango Vélez, que iba a ser candidato a la presidencia por el partido Conservador. Entonces Lleras se voltea y le dice a Santos “yo prefiero que me mate Berta, pero déjame ver cómo Arango se tira la candidatura”. Pues se tiró la candidatura, porque de ahí salieron todos los que estaban ahí a contar que Arango se había subido en una mesa. Obviamente se le tiraron la candidatura. Pero mi abuela era eso, no perdonaba una.

Jorge Alfredo Vargas: ¿Qué es ser nieto de un presidente como Alberto Lleras?

Felipe Zuleta: Pues yo no le puedo decir que eso no ayuda, porque cuando yo llegué a la dirección de Inravisión yo ya estaba ahí, pero el hecho de haber sido nieto Alberto Lleras facilitó que el presidente Virgilio Barco preguntara quién está en Inravisión de segundo. Le dijeron ‘un nieto Alberto Lleras’, y ahí llegué yo. Digamos, eso no es que no ayude, pero si usted es un imbécil o un inepto, pues lo votan de los puestos.

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Jorge Alfredo Vargas: Tampoco salen muy bien otra vez su papá y su mamá, ¿no le importa ventilar todo eso?

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Felipe Zuleta: No porque es que es parte de lo que soy yo, sino todo es eso. Yo soy hijo de mi padre, un hombre con depresión, con trastorno obsesivo compulsivo que se suicidó. Mi mamá con una vida muy jodida, dos malos matrimonios, la habían preparado para una cosa y la vida la puso hacer otra totalmente distinta, y eso generaba mucho ruido y mucha inestabilidad, obviamente cuando se separaron mi padre nos abandonó nosotros pasamos de la opulencia a la pobreza, pero en 24 horas.

Jorge Alfredo Vargas ¿Va a preparar otro libro?

Felipe Zuleta: Sí voy a seguir. Pero voy a darme unos meses, es sobre las primeras damas. Yo quiero arrancar, estamos mirando con el editor si arrancamos en el 58 con Berta Puga de Lleras, arrancar desde donde las que yo he conocido.

Sería maravilloso acabar con la primera dama, acabar, literalmente, con la primera dama Verónica Alcocer.

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