Las imprudencias que ponen en riesgo a los ciclistas y aumentan la accidentalidad en Medellín

Vehículos que cierran el paso en la vía, peatones que invaden las ciclorrutas y biciusuarios que van sin luces, son las acciones que causan más siniestros.
“Todavía nos falta la cultura de que esto es para bicicletas y no para caminar”, comenta Andrés Alzate, usuario de ciclorruta.
Otras actitudes como ir en la bici mientras se habla por teléfono o conducir en contravía también son altamente peligrosas.
Pero sin lugar a dudas, el más alto índice de accidentalidad sucede cuando en la vía convergen los vehículos pesados y las bicicletas.
“Son muy imprudentes, nos cierran mucho la vía, nos tiran el carro”, advierte Erik Bustamante, conductor de bicicleta.  
Este año van nueve accidentes fatales de este tipo y 465 lesionados.
“Esa interacción se vuelve fatal, entonces es el respeto del ciclista por su espacio, asimismo, el vehículo cuando lo vaya a sobrepasar lo haga de una forma adecuada”, indica el gerente de movilidad humana de Medellín, Carlos Ríos.
Pero, según los expertos, la culpa no siempre es de los conductores:
“Ya los ciclistas se pasan los semáforos, se van en contravía, se suben a las aceras, dejan de utilizar los implementos únicos y necesarios para poder andar, como son el casco y las luces para ser visibles, entonces esa cultura se está perdiendo y tenemos que regresar a ella” explica Juan Diego Álvarez, asesor de movilidad sostenible de Envigado.  
Medellín tiene uno de los sistemas de bicicletas públicas más completos del país, con 1500 bicicletas, 65 estaciones de Encicla, mil 700 módulos de cicloparqueo y 62 kilómetros de ciclorrutas. La buena movilidad depende de todos los actores de la vía.