El escritor, quien se desempeñaba como docente en la Universidad Militar Nueva Granada en Bogotá, ganó su primer premio internacional con la novela Los aventureros. En 1961 había logrado el galardón Selecciones Lengua Española con su obra La rebelión de las ratas.
Soto Aparicio dejó un legado literario de 72 obras y algunos artículos periodísticos, columnas de opinión y guiones para televisión, entre otros escritos.