Un grupo de jóvenes, entre risas y música, celebró un cumpleaños en Santander. El único regalo que hubo fue la presencia de la Policía.
El sonido de la música y las risas de los parranderos alertó a vecinos de la finca en Lebrija, quienes llamaron a las autoridades.
Al percatarse de la presencia de los uniformados, estas personas intentaron huir hacia una zona boscosa, pero no lo consiguieron.
En el operativo, el dueño de la finca y dieciséis jóvenes fueron multados por no acatar la medida de aislamiento preventivo obligatorio.
Publicidad