La laguna de Fúquene, que suministra agua a por lo menos 100 mil familias, resultó contaminada por una fuga que ellos causaron.
La denuncia de los campesinos de zonas como Guachetá, que se veían afectados por el derrame de gasolina, fue clave para que la Dijín diera con el paradero de esta organización que perforaba ductos de Ecopetrol.
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“Logramos demostrar 17 ilícitos (…) el más importante es el 24 de agosto del año anterior, donde estos individuos, al manipular mal esta válvula, hicieron ruptura del tubo, el cual produjo un derrame de combustible sobre la cañada La Honda, que surte de agua la laguna de Fúquene, una laguna que suministra líquido a Chiquinquirá y varios municipios de la región”, señaló el coronel Wilson Morán, jefe de áreas especializadas de la Dijín.
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Habitantes afectados denuncian que el acto de los delincuentes acabó con algunos criaderos de pescado y que la tragedia pudo ser mayor, pues otros animales de consumo humano murieron intoxicados.
Además del daño ambiental también causaron a Ecopetrol pérdidas económicas en tres días, que superaron los $1.400 millones, una situación que este año se ha repetido en varias regiones del país.
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Según la empresa petrolera, este año van cerca de mil válvulas ilegales descubiertas en los más importantes oleoductos ubicados en El Catatumbo, Nariño y Putumayo, causando pérdidas superiores a los $100.000 millones que tan solo este año.