Asegura que incluso se hacen diagnósticos errados para poder hacer remisiones y cobrar el SOAT.
Según el trabajador del gremio de ambulancias, el SOAT se convirtió en un negocio rentable: remitir a un paciente lesionado en un accidente de tránsito a determinados centros asistenciales de la capital tiene un costo que oscila entre 60 o 70 mil pesos.
“Hay casos en los que se han peleado hasta con cuchillo. Llegan y se bajan los paramédicos y se pelean con cuchillo ya sea con otros tripulantes de la ambulancia o con los directamente afectados”, cuenta.
En menos de una semana entrará en rigor en Bogotá el decreto que obliga a las ambulancias, tanto públicas como privadas, a contar con un sistema que estará interconectado con este centro regulador de urgencias, desde donde la Secretaría de Salud determinará hacia qué clínica u hospital debe ser trasladado el paciente.
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