El hombre, detenido en la carrera 161 con calle novena, se hacía pasar por limpiavidrios y usaba una piedra para intimidar a sus víctimas.
El comandante policial de la zona asegura que el sospechoso, antes de perpetrar el asalto, se fijaba en los objetos de valor que había en los carros y verificaba si las conductoras estaban solas.
Posteriormente, con una piedra, empezaba a pegarle al vidrio hasta que las conductoras accedieran a entregar dinero y otros elementos.