“Le hago esa prueba después de que me prueben que estaba manejando”, dijo el conductor a la Policía cuando intentaba hacerle el examen.
El negarse a tomar el test, un conductor recibe la máxima sanción, es decir que se registra con grado 3 en alcoholimetría y debe pagar una multa de $33 millones.
Su motocicleta fue inmovilizada por diez días.
En lo que va de diciembre se han realizado 4.800 pruebas de embriaguez de las que 141 han arrojado resultado positivo.
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Los días en que más sorprenden a conductores borrachos son el 24, 25 y 31 de diciembre y el primero de enero.