Los criminales se habían fugado de una URI y, tras atacar a los agentes, se volvieron a escapar. Uno de los uniformados resultó herido.
Los policías encubiertos habían seguido a los delincuentes hasta la calle 38 con carrera 97, en el sur de Bogotá.
Cuando los agentes ingresaron a un supermercado, dos criminales los recibieron con disparos.
Los sujetos se escondieron en un caño y se escaparon otra vez.
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Según testigos, los uniformados cometieron el error de vigilar a los delincuentes haciéndose visibles en el mismo carro y a la misma hora.
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