Emprendieron viaje hasta Chocó y Risaralda para reencontrarse con sus comunidades, después de pasar casi 5 años en la capital.
Habían llegado en condición de desplazamiento y vivían en precarias condiciones: algunos en albergues, otros en las calles.
Sin embargo, un trabajo conjunto entre la Unidad Nacional de Víctimas y la Alcaldía de Bogotá permitió garantizar su regreso.
“La idea es apostarle para que no solamente los indígenas regresen, sino que también tengan toda la posibilidad de quedarse allá, en condiciones de dignidad”, aseguró Ramón Alberto Rodríguez, director de la Unidad de Víctimas.
Aún quedan cientos de indígenas en Bogotá que esperan surtir el proceso para retornar a sus territorios, esos de los que nunca quisieron salir.
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Updated: diciembre 21, 2018 04:42 p. m.