Más de 5.700 bomberos trabajaban para detener el fuego de seis grandes focos que se han extendido desde Los Ángeles hasta el condado de Santa Barbara.
Nuevos incendios en los condados californianos de San Diego y Riverside, en la costa oeste de Estados Unidos, se expanden rápidamente, mientras un pequeño foco en la localidad de Malibú, en las inmediaciones de Los Ángeles, pudo ser neutralizado.
El incendio de San Diego, bautizado Lilac Fire, arrasó en pocas horas más de 1.200 hectáreas y dejó 2 heridos. Al menos 20 edificios presentan daños. Esta conflagración sigue fuera de control, mientras las autoridades ordenaron evacuaciones y el cierre de vías.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia en la zona.
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El otro fuego que se expande en Riverside, Liberty, ocupa un área de 121 hectáreas, destruyó un inmueble y está contenido en un 10%. También hay órdenes de evacuación.
Informes preliminares dan cuenta de que cerca de cerca de 500 casas han sido destruidas y al menos 190.000 personas evacuadas en el estado.
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