Un mes después de la emergencia, los restos del avión de Chapecoense aún permanecen en la cima de la montaña. En el mismo sitio sobre un altar reposan las fotos de algunas de las víctimas.
Uno de los mensajes que dejan en la zona los peregrinos es que descansen en paz, este es dejado en un altar improvisado que les hicieron a los que perecieron en la emergencia.
Wálter Ríos es uno de ellos. “Sí, venimos a traerles oraciones, un mensaje para que vayan en paz y mucha luz para iluminarlos”, dijo.
En medio de la angustia y el dolor, nació la esperanza. Al Johan Ramírez el joven que ayudó a los rescatistas en la emergencia se le hará realidad el sueño de tener una casa.[Vea también: Este niño antioqueño fue el ‘ángel’ de la tragedia de Chapecoense]
Publicidad
“Para mí fue una sorpresa porque cambiar de ese rancho a una casa que nos va a hacer la Fundación Compasión es una alegría impresionante”, manifestó Johan.
Miguel Ramírez, el papá de Johan, explicó que aún no pueden creerlo porque uno trabajando la agricultura es muy difícil hacer un sueño de estos realidad.
Publicidad
Según Isabel Bouhot, directora de la Fundación Compasión, “ya teníamos todo propuesto, el dinero, pero no teníamos lote, entonces contactamos a doña Margarita y le propusimos donar esta tierra y ella dijo que sí”.
“Aspiramos que en seis semanas esta vivienda tenga unas condiciones aireadas, ventiladas y con todas las condiciones que necesita un ser humano”, agregó.
“yo les dije que se los regalo, porque yo conozco a Miguel hace 40 años y ha trabajado en la finca, entonces se lo merece. Hay que darle una oportunidad y que rico yo terminar mi vida aquí en la finca acompañada con ellos”, manifestó Margarita Ramírez, la propietaria del inmueble.
Ahora sólo falta construir. Por eso, con pico y pala en mano, la familia Ramírez se levanta todos los días a trabajar en lo que será su sueño hecho realidad.
Publicidad