Foto: Archivo
Unos kilos de más, malestar general y hasta una extraña sensación de arrepentimiento, son los típicos síntomas de muchas personas que, literalmente, se tomaron las fiestas de fin de año.
Bajar de peso y empezar una estricta dieta para recuperar cuanto antes la figura son algunos de los propósitos inmediatos de quienes comieron y bebieron más de la cuenta.
Ojo, no caiga en el error de llevar a su organismo al límite para intentar quemar en pocos días los excesos de todo un mes.
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Tenga en cuenta que lo más importante, más que bajar de peso, es desintoxicar el organismo para subsanar los posibles daños que provocaron las celebraciones de fin de año.
Líquido: Evite las comidas pesadas y apúntele a las que son fáciles de digerir. Es recomendable beber en ayunas un vaso de jugo de naranja y otro de agua.
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Se recomienda un desayuno liviano, compuesto por yogurt, fruta, pan integral y té endulzado con miel o café con leche.
Fruta: Luego de una alta dosis de grasas, viene una de frutas y hortalizas, las cuales funcionan como depurador de todos estos excesos que pueden estarle pasando cuenta de cobro.
Tome mucha agua. Incorpore por los menos dos litros y medio de agua al día en medio de su actividad, notará los cambios.
Evite consumir embutidos, fiambres, manteca, mayonesa y frituras. Así mismo reduzca el consumo de sal e intente reemplazar el café por té de manzanilla, valeriana, tilo o cedrón.
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Y por último haga todo el ejercicio posible. Olvide por un tiempo el ascensor y realice sus trayectos caminando, más bicicleta y menos vehículo, su cuerpo lo agradecerá.
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